Wednesday, September 26, 2018
Día 9 Bilbao-Barcelona-Tel Aviv
Tuesday, September 25, 2018
Día 8 - Bilbao
La idea era caminar a un barrio que se llama Deusto.
Había buscado en google y era hora y media caminando, lo cual se me hizo bien, podía tomar fotos en el camino. Es bueno caminar para sentir el pulso de la ciudad, no me queda de otra, porque el pulso de los antros ya no lo soporto, ya escuché In-A-Gadda-Da-Vida miles de veces, no necesito más pulsos apendejadores que te obligan a platicar a gritos.
Pues nada, que inicio mi caminata y como a os 45 minutos google se volvió loco metiéndome en un patrón de caminata en un crucero con 5 esquinas. Pasaba de una esquina a otra y la brújulita en la pantalla parecía luchador libre después de una dosis de avioncito. Cambié a Maps de Apple, y la misma chingadera, el GPS en total estado de apendejamiento. Era como si bubiera entrado a la zonal del silencio o peor aún, al triángulo de las Bermudas. Empecé a tener pesadillas de un episodio de Twiliight Zone y cada que llegaba a la siguiente esquina era in Déjà vu all over again. Entonces se me ocurrió detenerme en un bar a tomar algo y preguntar en que dirección de la brújula estaba el barrió. El cantinero apuntó hacia una de las paredes, salí y enfile la marcha hacia esa vaga dirección.
Este incidente me recordó una vez que llegué a San Francisco para un evento en Wente Vinyards. Renté carro en el aeropuerto, con todo y GPS, por si las dudas. No sé si sepan, pero los gps necesitan tener, por lo menos, tres satélites a la vista para poder triangular y así calcular su posición. Bueno, pues cuando sentí que faltaba poco para llegar al hotel, se vuelve loco el gps. Me trajo dando vueltas por varias cuadras, hasta que me encontré en un area residencial, en una loma de la cual podía ver a lo lejos la ciudad. Eran las doce de la noche y detuve el carro para poder digerir como es que había terminado en una loma con una vista impresionante de la ciudad. Esa no era la idea, tenía que levantarme temprano para manejar al evento. En eso veo a unos trabajadores de la ciudad reparando algo del abasto de agua de la ciudad. Acerqué lentamente el carro a donde se encontraba el camión, bajé la ventana, saludé con un “buenas noches” y acto seguido procedí a preguntarles si sabían dónde se encontraba la calle que había desquiciado a mi gps. Uno de ellos se le quedo viendo al esquizofrénico gps que llevaba montado en el tablero del carro, lo apunto con su dedo y me cuestionó ¿y el gps? Sonreí, le dije que se me pasó darle su pastilla de risperidona y le ofrecí mi mejor sonrisa de turista apendejado. Afortunadamente me explicó de tal manera que el gps se pudo haber cortado la oreja y no había bronca.
Después de caminar lo que parecía una eternidad, pero sin prisa, vi a lo lejos el Guggenheim, oh nooooo, estaba regresando sobre los mismos pasos por los que había pasado, bueno, más o menos. Ya en el barrio, en el cual se supone hay edificios abandonados, me cayó encima un balde de agua fría de gentrificación, no era nada de lo que esperaba, excepto una callejuela con pintas etarras y bares que mala muerte con personajes interesante. Un bato, ya ruco, traía el cabello cortado medio mojawk, casi a rapa de los lados, con un copete azul y una bandera gringa pintada en los lados rapados, una estrella en uno y las barras de color del otro lado. Estuve tentado a pedirle tomar la foto, pero se veían poco amigables, pensé en Taxi Driver.
En lo que tomaba algunas foto piteras, nada interesante, noté a tres batos sentados afuera de otro bar, y tampoco se veían amigables, eran como cascajo de la era punk que se reusaban a ser demolidos para gentrificar su espíritu punk. Al rato llegó otro bato, le reclamaronsu tardanza y procedieron a ingresar al barecillo de mala muerte. Yo seguí por la cellejuela, fría y sin sol. Una tienda de camisetass que se llama “camisa y media”, o algo por el estilo. Ahí te diseñan y te estampan la t-shirt. Un hostal para surfillos y algo interesante, una pajarería. Estaba pintada de amarillo con unos pájaros y un árbol pintados en la pared. Cuando estaba en lo de tomarle fotos, se me acercó un individuo que momentos antes había visto, de reojo, salir del barecillo de los cuatro tipos. Me preguntó para que eran las fotos, no recuerdo que le contesté pero me dijo que esa casa la habían tomado unos artistas locales porque el ayuntamiento quería demolerla. Pues que bien, pensé, hace falta más cultura y menos gentrificadores.
En realidad el area es pequeña y decidí iniciar el regreso, a mi paso encontré a un tipo leyendo un libro, sentado en una banca, a su lado había un estencil de un rostro que había visto plasmado en varias paredes. Me detuve a tomar una foto y me acerqué a preguntarle a cerca del rostro del estencil. Me platicó que es el etarra que ha asesinado a mucha gente, su nombre es Juan Ignacio De Juana Chaos, vaya apellido para un terrorista “caos”. Me tiró todo un rollo que él( el del libro) no podía aceptar el proceder de estos terroristas, pues era católico cristiano, y los etarras eran Marxistas Leninistas. Y me dice “por ahí hay algunos bares a los que va esta gente”, a la vez que apuntaba en dirección a los barecillos de los que les platicaba arriba. Entonces pensé que el tipo que me preguntó sobre las fotos, tal vez fue enviado a investigar. Y yo que al principio pensé que los que estaban sentados afuera del bar, esperaban al otro para comprarle su dosis diaria de pachequez. Por cierto, en uno de los callejones que me metí, buscando graffiti, si vi una transacción de dudosa legalidad, pero me hice como que la virgen me hablaba, era muy temprano para meterme en broncas de Kojak.
De regreso me metí a un centro comercial a comer a un resta que se llama “La Mafia se Sienta a la Mesa”. Cometí el pecado culinario porque ya estaba un poco hasta la madre de fonditas y restas “top”. El otro aliciente fue que años antes, había visto un resta en Sitges, con el mismo nombre. En esa ocasión le tomé una foto y la hice parte de mi serie “negocios curiosos”, a la cual también pertenece otro resta, de comida afrodisiaca, de la ciudad de Buenos Aire, que lleva como nombre “Te mataré Ramirez”. Sería interesante un juego de futbol entre empleados de ambos restaurantes.
La comida fue un fiasco, lo único bueno fue el Aperol Spritz, hasta el vino estaba infame.
De regreso pasé por varios cafés, eso me gusta de Europa, bares y cafés en cualquier barrio. En tres de estos bares había morras fumando mota en las mesas de la acera. Creo que no es legal todavía en España, pero estaban ahí, normal, sin lío, fumándose su gallo. Y en eso se me ocurre preguntar la raíz etimológica de gallo al cigarro de mota. El gallo ha sido utilizado como símbolo de fertilidad, de la luz que ilumina la mente, de fuerza y no sé que otras cosas. Antes le decíamos churro, doobie, toque, quemarle las patas a judas, mota y no recuerdo cuantos otros nombres. Hoy en día hay batos que le dice “porro”, así se les dice en España, pero ¿en Tijuana? Por cierto, el monumento de la glorieta frente al CECUT, antes le decíamos el “mata choras”. Para los que no saben, el mata choras es la pincita con la que sujetas la chora del churro para fumarte las tres.
Pues en eso estaba, en lo del gallo, cuando de la nada, se aparece un gallo gigante frente a mi. En mi asombro, no pude pensar otra cosa que, era es un mensaje de dios todo poderoso. El dios gallo en medio de un parque, con el Guggenheim de fondo. ¡Wow! poco faltó para sacar mi tapete y ponerme a orarle a Alá. Por supuesto que le tomé fotos, otros turistas hacían lo mismo fascinados. No sé si venían pensando lo mismo, o se habían fumado uno, en su versión orgánica, pero todos andaban muy sonrientes, con ojitos de chino.
Sunday, September 23, 2018
Día 7 - Bilbao
Uno de los artistas que me gustó mucho, bueno su obra, fue Anselm Kiefer, no conocía su obra, que es monumental, aunque recuerdo haber visto algo parecido en el Pompidou, en París. Su cuadros son gigantescos y mueven el tapete, especialmente uno en donde hay una persona acostada boca arriba con el universo de estrellas encima, es una forma de sentir lo insignificante que somos en este universo. Había un cuadro, de Gerhard Ritcher, que me dejó en estado de shock. Era una pintura que parecía una foto fuera de foco, se llama "Marina". El concepto y su realización son impresionantes.
Luego había, en la sala de los chinos, una jaula con lagartijas, que no recuerdo que estaba intentando decir el artista, pero creo que hay mejores instalaciones, de ese tipo, en cualquier zoológico.
Al final hay una instalación de Richard Serra, ya había visto su trabajo en fotos, pero ver su monumental obra en persona, es meterse literalmente en su obra. Su trabajo son placas gigantescas de metal, dobladas en espiral, en ondas que parecen olas de mar, y otras que parecen recipientes gigantes. Uno puede caminar y penetrar las esculturas y sentir una sensación de angustia, y la a vez de paz, es algo extraño.
Mala onda que no permiten tomar fotos de las exhibiciones, pues estoy trabajando en una serie que se llama "Post Fotografía", que no es otra cosa que pantallas de celulares tomando fotos de obras importantes.
Pues eso, hasta mañana.
Saturday, September 22, 2018
Día 7 - Madrugada
Yo recuerdo que antes, aunque en realidad no dormía por mi problema de apnea, dormía ocho o más horas. Claro, ne despertaba totalmente apendejado, y andaba el resto del día en un letargo tipo walking dead. Eso de ir conduciendo a la una de la tarde y que no puedas mantener los ojos abiertos. Es como Alex en Naranja Mecánica, cuando los médicos le ponen un dispositivo para que no cierre los ojos. El problema, hoy en día, es que con tanta tecnología, me entero de cuantas horas he dormido, cuantas apneas tuve, cuantas veces se despegó la máscara y hasta los sueños eróticos que tuve, que, a mi edad, son muchos más que las apneas. El problema no son los sueños, o su erotismo, el problema es que desde que leí el artículo ese que asegura que a partir de los treinta, el cuerpo inicia un proceso en el que la piel despide un olor a rancio, siento que al despertar huelo a luchador en grasa rancia, después de una de esas peleas que antes había en las cantinas para entretener a hombres sudando testosterona, comportándose como tiburones en un frenesí de alimentación. La gran diferencia es que, aquellas peleas eran en lodo, o en aceite, aunque no creo que haya sido de oliva, no estaba de moda la dieta mediterránea y el aceite de oliva costaba más que el transporte en una calafia de Tijuana. Además, las chicas olían a tierra mojada o a aceite de desecho de la plancha de las hamburguesas de un McDonalds, lo cual no puede ser peor que lo de la grasa rancia.
Esto de la grasa rancia es todo un tema, porque la naturaleza se empecinó en joder a los viejos. Sí, porque no conforme con convertirnos en envases de manteca Rosarito ambulante, también vamos perdiendo el olfato. Bonita chingadera, ahora me siento como hippie de esos que no se bañan en meses. Neta, esa gente ofende ¿qué les cuesta bañarse, pimpearse y oler bonito? Recuedo una vez que un morro entró a una agencia de viajes, en la que estábamos la güera y yo... ¡PUTISIMA MADRE! Era como si hubiera llegado Moises a partir el mar muerto. Leyeron bien, olía a muerto. Así de esas proporciones fue el evento. Y yo tan mamón que soy con eso de oler mal, o bien. Tal vez sea un pendejo, pero soy un pendejo que huele bien. “No hay nada peor que un pendejo que huela a rancio”. Sabias palabras de mi abuela... no es cierto, me lo acabo de inventar. Pues está cabrón, oler mal y no darse cuenta, que jodedera la de la naturaleza.
Por otro lado, la naturaleza le dio vida a esos perfumistas que crean fragancias como “C”. Sí, así se llama el perfume. Es de Clive Christian. No sé si el sea el perfumista o sólo prestó el nombre. Ese perfume es de los que fijan tan bien, que la ropa dura tres días impregnada de la fragancia.
Hoy se supone que voy a buscar un área en donde hay mucho graffiti y almacenes abandonados. Bueno, lo leí en un Blog de un gringo, así que puedo estar equivocado, esos paisanos son un poco exagerados. También quiero visitar el Guggeinheim. Ayer aprendí como se escribe “Guggenheim”, no crean que soy la cultura andando, recuerden que desde los treinta, soy una barra de manteca Rosarito sobre ruedas y sin permiso del ayuntamiento. O sea, ¡soy manteca chocolate! Podría crear mi propio ANAPROMEX, y cobrar una cuota para que, los de treinta para arriba, huelan a rancio sin problemas legales. Se les entrega una muestra de siete machos o de Old Spice. Al mes tienen que regresar por una botella de 50 ml, a precio de Sarajevo.
Buenas noches...
Día 6 - Bilbao
Amanecí... creo, pues no recuerdo haber dormido. El insomnio se ha portado mal estos días, son rachas, espero que esta se acabe pronto. Lo último que recuerdo de anoche fue que colgué la ropa lavada. Fue curioso porque tuve que guglear como usar esos “pods” de jabón, que es lo que me dejó el anfitrión del depa, ha de pensar que todos sabemos usar esas ondas. No es que no sepa lavar, es tan facil como meter la ropa, cerrar la puerta, poner jabón, poner enjuague y oprimir “dale”. El problema es que a veces me equivoco y revuelvo ropa de agua fria con la de agua caliente, la de color con la blanca, y así. A mi, definitivamente no se le da la lavadera de ropa. Yo creo que me hubiera ido bien cuando se lavaba en el río. Me ha tocado ver a indigentes lavando ropa en el arroyo que corre por el canal del río Tijuana, y he pensado que eso lo puedo hacer sin problemas de tipo de jabón, temperatura y enjuague. Pones la ropa a secar el duro y caliente concreto del canal, y listo.
Salí temprano a caminar, unrecorrido de reconocimiento, pues ayer llegué noche y muerto. Obvio fui al Guggenheim, pero no entré. Se ve impresionante, es una onda de esas retorcidas, como la obre de Pollock, pero de cierta manera tiene sentido, se siente armonioso y balanceado, al igual que Pollock. Afuera hay una escultura de una araña gigante, la cual había visto en La Habana, hace ya unos años. Siempre que veo esa araña, se me antoja para que le parta en su madre a Godzilla. El tipo es un gran hijo de puta, se la pasa destruyendo ciudades por gusto y nunca he visto una entrevista en donde exponga sus motivos.
Mis tennis se me olvidaron en el hotel de Madrid y traigo una botas de hicking que me cocieron los pies con el calor. Afortunadamente existe google y encontré una tienda de tennis en donde tenían justo lo que buscaba. Son unos tennis con suela de gel, que sientes que caminas sobre moluscos de lo gelatinoso que se siente. Eso fue temprano, para esto ya había caminado como tres horas y estaba que no soportaba los huesos de la planta de los pies. Por algún motivo, la naturaleza me castigó, por lo cual tengo que buscar zapatos con bastante soporte. No sé por qué, Seally no se ha metido al negocio de los tennis. Aunque sería peligroso, todo mundo se quedaría dormido caminando y tuvieramos millones de zombies deambulando, cortesía de Seally. Gracias Seally, por no meterte en el asunto de los tennis.
Hablando de zapatos, hace muchos años, según yo, xpensaba que usaba diez y medio doble E de ancho, sin albur. Por años usé esa medida y destrozaba los zapatos en meses, y en consecuencia le sentía niña china “pre-mao”, de las que les deformaban los pies para que los tuvieran pequeños. Lo leí en “Los Cisnes Salvajes”, un libro que cuenta la historia de una famila que vivió la transición de la recolución. Fue terrible, murieron millones de personas, hubo canibalismo, increible. La cosa es que años después, me midieron en una zapatería y resulta que uso 12 y no necesito el doble ancho. Desde entonces camino como pedro por su casa. Curiosamente las mujeres sufren el mismo problema con las tetas, especialmente las de tetas grande, creen que son, que sé yo, 38 Z, y resulta que usan 36 Doble D. Muchachas, es importante tocarse la tetas por el cáncer, pero también lo es el saber la medida exacta, créanme, sus tetas se lo van a agradecer.
Bueno, regresando al cuento de hoy, de regreso al hotel pasé frente a un bar- resta que tenía muy buenos jamones, y aunque no quería consumir nada pesado, pensé que sería una buena opción para el almuerzo. Llegarl al depa no está nada complicado, queda a cuadra y media del Mercado de la Ribera. Un mercado al lado del río, en donde puedes comprar todo tipo de mariscos, quesos, verduras, jamones y chingadera y media.
Llegué al depa y me tiré en la cama un rato pensando en la inmortalidad de Godzilla, y el motivo por el cual no lo asesina esa maldita araña gigante. Busqué lugares para degustar jamón y curiosamente me salió el lugar por que había pasado. Así que me puse mis tennis de gel y me dirigí al jamón, caminando sobre moluscos Seally.
Neta, si no han probado el jamón serrano de bellota, no saben de lo que se pierden. Si existe un dios, debe de compensar a las almas puras con jamón ibérico. Así que pórtense bien y oren todas las noches, y no deseen a la mujer del otro.
Han de pensar que si te portas mal, en el infierno no ha jamón, pero yo creo que se lo roban del cielo y lo venden en el mercado negro a precios de caviar de beluga. No crean que estoy inventando esto, no soy tan creativo. Cuando fui a Sarajevo, me aventé varios libros antes de la visita. Quería saber sobre el conflicto, específicamente el motivo por el cual sitiaron la ciudad los servios. Fue curioso porque pudieron haber tomado la ciudad en el momento que ellos decidieran. Pero se la pasaron disparando a cualquier objeto que se moviera en la ciudad. Tenían un cerro desde donde disparaban idiscriminadamente. La idea era quebrantar el alma de la población. Bloquearon los accesos a la ciudad, el suministro de gas, etc. La gente taló los árboles para usarlos de leña y cocinar en los sótanos de las casas. Huno gente que terminó cocinando con objetos de plástico como combustible, fue terrible. La cosa es que las naciones unidas se tardaron mucho tiempo en aceptar que existía un problema, y cuando empezaron a enviar ayuda, la mayoría terminaba en el mercsdo negro, vendido a precios estratosféricos. Así de hijos de puta podemos ser los seres humanos.
En uno de lis libros, menciona la escritora que la rola de Dire Straits “Brothers in Arms”, fue tomada como un himno por la gente de Sarajevo. Hasta el dïa de hoy, me parte el alma cada vez que la escucho.
Creo que fueron cuarenta y cinco minutos de caminata. Pensé que no llegaría, pero no importaba, caminaba sobre moluscos. Los jamones y pinchos estuvieron de poca madre, y la espuma, ni se diga. Pagué y me regresé al depa a descansar de nuevo.
Decidí salir a caminar un poco, de nuevo.. ahora me encuentro tomándome una cañas en un bar em donde presencié como un borracho y su amigo se transformaron y terminaron tirándole bronca al cantinero. Se fueron y regresaron tres veces, la última con unas hojas en las que levantaron un tipo de queja en la alcaldía. Se me hizo ridículo, pues amobs andaban hasta el tronco, y el pobre cantinero no encontraba donde esconderse para evitarlosZ. Hubo un par de momentos en ls que casí me levanto para decirle al borracho - Mira pendejo...
Pero no tengo ganas de pasar la noche en el calabozo, porque el vivo al gozo, y el borracho al calabozo.
Día 5 - Vigo-Bilbao
Once horas montado en un tren, no es fácil, especialmente si traes un domor estomacal que parece un gato arañando las entrañas. Parece que era el tren del fun del mundo.. No por el destino, sino porque algo se le averió en cada estació, que fueron un chingo. Cuando no era el escusado, era una ouerta o algo en la máquina. En una de las estaciones decidieron separar unos de los vagones, el de la cafetería. Bonita chingadera, precisamente cuando iba a ir por algo para comer, no había peobado bocado en todo el día. Conforme el tren se acercaba a Bilbao se subía más gente. Supongo que la gente por lo general no hace viajes de once horas en un tren, además, parecían locales.
En la estación tomé un taxi, le mostré la dirección en el teléfono y arrancamos. Después de un rato y la típica sesión de preguntas y respuestas ¿cómo ha estado el clima? ¿De dónde nos visitas? ¿Qué tal el barrio este? Llegamos a mi destino. Aleran apróximadamente las 9:30pm. Me bajé del taxi y le di cuenta que algo no cuadraba. Busqué la dirección en ggogle y me contestó con una euta a un punto 4 kms de donde estaba. Para acabarla de joder, todo era subida. Busqué un twxi y me di cuenta que estaba solo en una calle que parecía calejón de película del Santo. No que me diera miedo, por lo general no me da miedo meterme en calle sólas, he andado en unas cuantas y no ha sucedido nada. Recuerdo una vez que atravecé el barrio de La Boca, en BAires, sin saber que era casi un suicidio hacerlo. Siempre he pensado que si te ven medio timorato, te joden, así que hay que hacerse el macho alfa lomo plateado, aunque te caigan encima puñal en mano.
Después de caminar pinche mil cuadras,ncuesta arriba, decidí preguntarle a un hombre, pues el GPS se había vuelto lcco, como mujer en zapatería con presupuesto ilimitado. El GPS corría de Chanel a Louis Vuitton para luego irse a las bolsas de Nancy Gonzalez. Resulta que el taxi me había dejado a una cuadra del depa, y to me friquie porque una de las calles no era la correcta. Pero que iba yo a saber, es mi primera vez en Bilbao.
Después de media hora, subiendo y bajando calles, con dos mochilas y una maleta que parece ataud, llegué a mi destino, un depa muy lindo, con pisos de madera y vistas espectaculares de la ciudad. Mi anfitrión se pasó media hora explicándome todo acerca del depa y la ciudad. En cuanto se fue, lavé minropa mugrosa, con olor a grasa rancia, y esperé lonque pareció un siglo.
De nuevo, cuatro horas de sueño, este insomnio me está matando.
Friday, September 21, 2018
Día 4 - Vigo
Me traje todo el equipo para tomar fotos de larga exposición y, hasta hoy, no he encontrado nada interesante. Solía cargar una pila de lentes, pero con el tiempo he aprendido que no se necesita cargar con la fábrica de lentes. Esta vez me traje tres lentes y una cámara. Conozco a fotógrafos que cargan hasta con la suegra, para que ayude a cargar el equipo. Lo que hace bulto es el trípode y el cabezal, lo cual me obliga a viajar con una maleta que parece ataúd. Ya tengo unos años con ella y ahí sigue, aguantando los golpes de su vida útil.
Wednesday, September 19, 2018
Dia 3 - Madrid/Vigo
Me tocó el vagón 6, asiento A4. Alguien estaba en mi lugar, pero no importó, el vagón iba casi vacío. Del otro lado del pasillo iba un bato con una mano fracturada(lo supuse por el yeso), el resto de la gente se veía normal, sin fracturas. El viaje es de seis horas, y casi al final tuve que preguntar cuál era la estación de Vigo. Tal vez suene pendejo, pero muchas veces las ciudades tienen dos o tres estaciones y a veces no tienen el nombre de la ciudad.
El hotel lo reservé la misma mañana. El problema es que no traigo itinerario fijo, por lo menos para esta parte del viaje. Creo que dormí una buena parte de viaje, la otra parte me la pasé leyendo un libro que me tiene enganchado. Al llegar a la estación me ofrecí a ayudar al hombre de la mano fracturada, y me dijo que no había necesidad. Me contó que fue un accidente con un taladro y me dijo que había pensado que estaba yo loco por traer una chamarra. Bueno, le epxpliqué, que la llevaba por el fresco de la mañana, pero en realidad no la necesitaba, el clima estaba rico.
Vigo se parece a Porto(Portugal), a la orilla del mar, muchas lomas para subir y bajar, y literalmente tirar el bofe. Llegué a la habitación en un estupor de jetlag. Además porque las dos noches anteriores había tomado tafil, es lo único que me ayuda para estos viajes. El hotel no es nada del otro mundo, está en una de las lomas y se supone que la terraza tiene una vista espectacular de la ciudad.
Me bañey salí a ver que onda con esta ciudad. Ah, pero primero tenía que resolver el problema de la tarjeta de crédito. Se me olvidó avisar al banco que salía de viaje, pero estaba confiando en que no habría problema porque ya me habían dicho anteriormente que no había necesidad de avisar, que estaba protegido. Cuando iba de la estación rumbo al hotel, me detuve en un cajero y no sirvió la tarjeta, eso me preocupó un poco pues sólo traía 100 euros en la bolsa, de los que me quedaron del viaje anterior. Pregunté en la recepción por un cajero automático cercano y me dieron indicaciones de un Santander, que ahí sí aceptaban tarjetas gringas. Pues bien, si funcionó la tarjeta.
Lo primero que hice fue dirigirme al casco antiguo y buscar un restaurante. Eran las 3:30pm y no era hora de comer, pero encontré uno abierto y disfruté de mi desayuno-comida.
Caminé un par de horas más y me vine al hotel a descansar, y bañarme que me hacía falta. Por cierto, encontré una tienda con camisas pimpeadas y sucumbí al encanto de tres, ni modo, la vida es corta para vestirse aburrido. La señora que me atendió es de lo más amable, me entretuvo platicando un buen rato. Me contó de sus viajes con su hijo a buscar ropa "diferente". También me platicó de una clienta que me compra miles de euros de ropa. Según que porque ella trabaja con gente de Hollywood no quiere verse igual que el resto del jetset.
En la noche salí a caminar un poco, y a comer algo para no acostarme con el estómago vacío. Después de la cena y una cerveza, seguí caminando por unas calles solas y tomé algunas fotos. Me encontré con un señor que venía en sentido opuesto cuando me disponía a disparar, se detuvo y en son de broma me dijo que esperaba que no le estuviera tomando la foto a él. Pues nos quedamos platicndo un buen rato. Se llama Antonio, tiene 95 años y salió a caminar a las 11:30PM. Me platicó de como ha cambiado la ciudad. Me dijo que la calle por la que caminaba, antes era la calle principal de la ciudad y que antes el final de esa calle eran unos portales en donde se procesaba sardina las 2 horas. Me sorprendió la lucidez del Antonio, yo a mis sesenta se me olvida hasta tomarme las pastillas para la memoria. Después de esa larga charla, que por supuesto incluyó el Franquismo, la guerra civil, comunismo, los separatistas, la hermandad de España-México y unos cuantos temas más, nos despedimos y seguí mi rumbo. Curiosamente, las calles/callejones se sienten seguros. Encontré un mercado al que pienso regresar hoy. Digo hoy porque ya son las 6am acá.
Día 2 - Madrid
Monday, September 17, 2018
Día 1
Tengo años quejándome de las malas condiciones de este aeropuerto, parece que al fin se preocuparon por hacerlo más pipiris nais.
Recuerdo que hace tiempo, sólo existía un bar, y siempre tenían un video de muertes en el rodeo, y no había manera de protestar, pues eso era lo que había. Además, me daba miedo exigir otra canal, a un cabrón que no tiene respeto por la vida. Nunca entendí ¿a quién se le ocurre poner videos de muerte para los que están a punto de abordar? Por más pedo que te pongas, esos video te deprimen, te hacen sentir una res en el corral, haciendo cola para que te maten. De verdad que hay gente rara en el mundo.
Otra cosa que no entiendo es el hecho de que los carritos para cargar maletas, no los puedas sacar del espacio para recogerlas. En el AICM, hay carritos en las bandas para recogert el equipaje, pero no puedes sacarlas al área en donde están los taxis. Que estupidez, sólo puedes usar el carrito unos 10 metros. Esto es por la mafia de los maleteros, y entiendo que la gente necesita trabajo, pero hay que darle opciones a los viajeros, habrá quien necesite de los maleteros, especialmente esos que llevan maletas fayuqueras, que parece que llevan una pinche Walmart completa. Y es que, en erio, hay gente que carga con cajas de mole. WTF? Una vez llegué a Tijuana, y mu maleta estaba manchada de mole, precisamente porque venía una caja de cartón coon 20 kilos de mole. No sé, pinche gente, como si no hubiera mole en Tijuana. O la gente que trae cajas de pan de no se que pinche pueblo en lo más recóndito de la sierra del Huajuco, que porque no hay mejor pan en el mundo, no pinche mamen, aquí se consigue muy buen pan en Tijuana. O los cabrones que cargan tres pinches sombreros Stetson n+1 estrellas, llenan como tres compartimientos y no dejan espacio para las cosa de uno, no vaya a ser que se dañen sus pinches sombreros pedorros.
Volar siempre es un vacilón, especialmente en "perrada class", me ha tocado de todo. Hace poco un cabrón cambió de pañal a su bebé, cuatro pinches veces. Su pinche madre, una peste que no era posible soportar, y nadie dijo nada. Me daban ganas de aventar al pinche chamaco por la ventana, pero las del avión no se abren. Y tampoco me iba a quejar, porque pues, no es moralmente correcto. Deberían de existir vuelos para familias con bebés, sería un buen negocio. Con juguetes, columpios y resbaladeros. Ah, y cabinas para cambiar pañales, porque pues... está cabrón.