Friday, November 9, 2018

París - Día 6 Paris Photo


Paris Photo abre a las 12pm. Les voy a ahorrar el choro de la travesía por el laberinto de booths. Más foto conceptual que otros años, y como siempre, lo tradicional es lo mejor. Demasiadas fotos sobre saturadas, con demasiada luz, flashazos duros, los mismos retratos de los afeicanos con unas hienas con bozal. ¿de verdad alguien compra estas fotos? 

Me detuve a escuchar a una fotógrafa gringa que mareaba con su choro público que no pude descifrar. No sabía si estaban boquiabiertos por el choro mareador o por el atrevimiento de la “artista” a presentar basura como “fine art”. Llegó un momento que me dieron tremendas ganas de arrancar la foto de la pared(un mural de aprox 4 metros de largo) e imprimir algo coherente del otro lado. La morra se aventó todo un rollo de como las fotos habían sido expuestas a agua de mar, de lluvia, de nieve derretida, bla, bla, bla y más bla. Neta, no sé como se atreve a presentar la basura esa como arte. Fui y vine y la tipa seguía. Supongo que con la compra te entregan al tipa para que cada vez que te pares frente a la basura esa en tu casa, te explique de nuevo el choro mareador al tiempo que te acabas una botella de bourbon y al final, en el estupor etílicoo, le aplaudas y no te alsientas tan pendejo por haber gastado una buena lana.

En uno de los booths había una foto de Coltrane. Una foto nada común. Coltrane parado volteando hacia la izquierda con un cuadro de un artista a sus espaldas. Es muy raro encontrar fotos de Coltrane fuera de su medio, está la tomaron en un museo. Me retiré casi llorando, porque la verdad me hubiera encantado llevármela. Tengo una de Picasso en casa, pero esta significa mucho más para mi. Curiosamente traía puesta una camiseta de Coltrane. Hoy me escribieron de la galería, otra persona está interesada, snif.

Nada más que platicar de Paris Photo, tal vez no regrese el próximo año.


Thursday, November 8, 2018

París - Día 5

Es el día previo a Paris Photo y hay que ir a visitar museos. Un desayuno rápido y wl metro al Musee D’ Orsay. Hay una exhibición especial de periodo rosa-azul de Picasso. Creo que he visto bastante de Picasso, así que no entramos a esa parte. Sería ocioso intentar explicar el museo y su acervo, mejor visiten. Lo que si les puedo decir, es que tomé varias fotos de la obra, con mi bola de cristal, parte de mi serie post fotografía.

De ahí a Jeu de Paume, una galería que está encima de la estación Concorde del metro. En esta galería no permiten fotos, lo supe hace unos años, en una exposición de Alvarez Bravo, casi me condenan a la guillotina por una foto.

La exposición que me interesaba era la de Dorothea Lange, la mujer que fotografió las penurias de la población gringa durante la depresión del 29 a finales de los treinta. Pero había una foto que fue el imán que me acercó a esta exposición, creo que se llama “Madre Migrante”. Una mujer rodeada de sus hijos, con la mirada perdida, sin un futuro en donde posar sus sueños. Esa fotografía representa a la perfección el periodo de la depresión. Dorothea sabía a la perfección como hacer que la gente posara para lograr un efecto dramático fuerte, algo que le mueva el tapete al observador. Una de las fotos es posada por seis hombres de pie, con sus vestimentas de trabajo, expresión facial rígida en cada uno de ellos. Supongo que pensando en como salvar a sus respectivas familias. La exposición es fuerte, testigo de lo que puede volver a suceder.

La otra exposición es de una artista conceptual cubana. Lo único que tengo que expresar... basura, no pierdan su tiempo.

De ahí a comer a Relais del Entrecot, otra de las paradas obligadas. El menú es sencillo. Fajitas de carne de res bañadas en una salsa que no tiene igual, y papas fritas, no hay opción de ordenar otra cosa. Bueno, te dan la oportunidad de elegir el grado de cocción de la carne. Las meseras corriendo, apuradas, con poco intercambio de palabras, van de mesa en mesa sirviendo las porciones de carne y papas fritas. El restaurante está a unos metros del Café de la Flor, lugar en donde se reunían los intelectuales a principios del siglo XX. Un amigo de Picasso intentó matar a su novia en el café, y al fallar se suicidó. Ese fue el inicio del periodo azul de Picasso.

Después de una siesta, a cenar. Habíamos hecho la reserva el día anterior. Uno de esos restas que llaman la atención y no sabes porque. Papa Poulet, que es como decir “mamá gallina”, en México. La idea es que los comensales se sientan protegidos en este refugio culinario. Al final de la cena, el chef, y propietario, se sentó a conversar en nuestra mesa. Llegó con un frasco gigante de ron con frutas tropicales, canela y vainilla, cortesía de la casa. Le pregunté de la idea y me dijo que era lo que hacía de joven en su casa, y precisamente, esa es la idea del restaurante, el cual apenas tiene un mes en funciones. Todo lo que sirven es fresco, no cuentan con congelador. Yo pedí venado en salsa de frutos rojos, Silvia pidió algo interesante. Apio cocinado como si fuera rissoto cremosos con callos de hacha. Debo decir que el pseudo rissoto es de lo mejor que he probado. Al final colocaron una pila de cazuelas de postres en la mesa para elegir, ufff, como en casa. Nos despedimos prometiendo regresar el sábado.

Pues eso. Hoy toca Paris Photo.

Wednesday, November 7, 2018

Londres - París - Día 4

Después del concierto de anoche, desperté cansado, pero con la premura de llegar a la estación de donde parte el tren a París. Quien se iba a imaginar que pudiera existir un tren submarino que cruzara el canal de la mancha. Londres está perfectamente conectado con su transporte público. Los buses de dos pisos son de lo más moderno, que no daría por tener algo parecido en Tijuana, pero a como van las cosas con la tribu chaira, al rato vamos a andar en carretas chocolate, tiradas por falsas cebras.

En metro a King’s Cross y de ahí en tren a París. Las instalaciones de la terminal son de primer mundo, no de barro como las que sueña el norroñas, porque pues hay que darle chamba a los artesanos. 

El viaje es de dos horas y media, cómodo y limpio. En Gard du Nord, la estación de París a donde arriva el tren, se toma un metro que va directo a La Bastilla. El hotel está a un par de cuadras, esa es el area donde nos quedamos siempre. Por cierto, hay unas tarjetas que cuestan cinco pesos y las puedes recargar con 22 pesos para usarla una semana, de lunes a domingo. Con ese pase puedes viajar, ilimitado, en todas la lineas del metro, y en el RER.

Aventamos las maletas y cruzamos la calle para reservar en Chez Paul, un restaurante que descubrimos, hace años, en uno de esos andares por los caminos de París.

Fuimos a caminar un poco, y por supuesto, la güera a sus compras. La primer parada fue una tienda de lentes. Salió con unos Gucci que llevan una leyenda en ambos aros “el amor es ciego”, por supuesto que en frenchute.

Siguiente parada, una tienda de Dr. Martens, en donde me compré una botas color gris muy chidas.

Seguimos caminando y llegamos a otra óptica, de la cual no recuerdo el nombre, pero siempre hago escala ahí. Los aros que venden son interesantes y hw comprado dos o tres. Esta vez vine a París pensando en encontrar un lugar en donde vendan la marca que me gusta, pero se me olvidó escribirle a la empresa para ver si tienen distribuidor en esta ciudad. Perooooo, resulta que la óptica es la única en París de la marca, vaya suerte.

Siguiente escala, Chez Paul. Creo que el resta fue fundado en los 40, la dexoración es una meCla de kitsch con rococó y acentos con luces de neón. Nos recibió Valeria, una francesa entrada en carnes que es un vacilón, no habla español ni inglés, y nosotros no hablamos ni pío de francés, pero siempre nos entendemos. Comí, oreja, trompa y testículos de cerdo, todo frito, que clase de comilonga. Creo que no hay más que platicar de la cena. Si vienen a París, pasen por Chez Paul.



Londres - día 3

Una noche de insomnio no podía faltar en un viaje. Especialmente si no tomé diacepam ni tafil. No vayan a creer que me paso la vida empastillado, lo mío es la espuma. Creo que dormimos tres horas, ni modo, así es esto. Salimos temprano a caminar, la idea era estar a las 2pm en Lyle’s, que según una lista de esas que aparecen de vez en vez, es uno de los mejores 50 restaurantes en el mundo.

La caminata fue larga, desde Picadilly hasta el Tamesis y de ahí al dichoso restaurante. En el camino tomé algunas fotos, creo que una se me hizo interesante, pero sigo sin tener tiempo de revisarlas. El Tate Modern estaba cerrado, era lunes, el Millenium Bridge interesante como siempre, y buscando el restaurante nos adentramos a una parte de Londres en donde no hay turismo. Casonas viejas de las que sobrevivieron los bombardeos de la segunda guerra mundial. Pero lo más interesante fue un taller de camisetas impresas, cuyo dueño resultó ser un conocedor de música que cuenta con una red de artistas que le diseñan la obra que que imprime en las camisetas. Me platicó del diseño de unas camisetas que son barras de colores, las cuales representan canciones, por ejemplo “So what” de Miles. El artista hizo todo una investigación de la relación de los colores con las notas y de eso nació el diseño de las camisetas. Me contó la historia del diseño de una camiseta con imágenes de una de las cámaras Hasselblad que usaron los astronautas para ensayar. Resulta que uno de los ejecutivos de Hasselblad pasó frente a su taller y vio algunas camisetas con estampados de cámaras. Al tiempo le hicieron un pedido de más de trescientas camisetas con imágenes que le enviaron. Después de entregarlas, el ejecutivo le preguntó si había algo que pudieran hacer por el, agradeciendo la entrega del pedido en tan corto plazo. El dueño les dijo que sí, que quería fotos de la cámara lunar, de diferentes ángulos, con fondo blanco y la misma apertura. Las fotos se las envió a un artista, cuyo diseño me lo traje en una camiseta.

Salimos corriendo a la cita en el Lyle’s, restaurante en la lista de los mejores 50 del mundo. 

A veces me pregunto con que autoridad cuentan estas personas que crean estas listas. ¿De verdad cuentan con un amplio conocimiento real de restaurante en el mundo? O sea ¿han comido en ellos? Neta, y miren que no es chisme no por quemar a nadie. Hace poco vi un video de un bato de Tijuana, que anda haciendo videos de restas locales. Vi uno de un resta en donde preparan el “german pancake”, que tengo años comiéndolos en varios restas de San Diego. En el video dice que ni en Alemania, o algo por el estilo. Pues por supuesto que no, el german Pancake es invento gringo.

Bueno, regresando al Lyle’s, no pierdan su tiempo, hiperpoquito, y nada del otro mundo. Es comida molecular, por aquello que te sirven una molécula de cada platillo.

De ahí tomamos un Uber al hotel, había que descansar antes del concierto. 

Salimos con tiempo del hotel y pasamos por el barrio Chino y decidimos entrar a un resta vietnamita. Nos sirvieron más rápido que un taquero de la humaderas. Pho y spring rolls. El caldo dep Pho era de otro mundo, literalmente, nada que ver con los de San Diego o Tijuana. Pagamos y salimos corriendo a Ronnie Scott’s, a la cita con Chuxho Valdes y Jazz Batá 2.

Ronnie Scott’s es un club de Jazz en Londres, por el que ha pasado el “quien es quien” de ese mundo musical. Curiosamente, Miles nunca tocó para un público en ese escenerio. Filmó para una televisión, o algo por el estilo, pero no con público. Uno de los dueños originales del club, viajó en los 70, con su grupo, resultado de un intercambio musico-cultural, y conoció a varios de los músicos importantes de Cuba.entonces fue que decidió llevarlos a su club. Y el resto es historia.

El pretexto de esta visita a llLondres fue Chucho y la presentación de su nueva producción “Jazz Batá 2”. En los 70 grabó el primero, pero con la fama de Irakere y diferentes formatos, creo que lo de los batá, quedó guardado en la gaveta del futuro.

Lo que más me gusta del club es su política de no fotos, no celulares y no conversar. Rl maestro de ceremonias explica que es por respeto a los músicos y al mismo público. Y es que es cierto, yo no voy a escuchar los problemas personales de la persona de al lado. El jazz requiere de concentración y respeto. Es imposible leer “El Salvaje” con un coro de guacamayas al lado.

Antes del concierto saludé a Yaroldi, el conguero, y lo primero que me dijo es que al batalero le habían negado la visa para Inglaterra. Me quedé pensando que con la calidad de músicos que Chucho maneja, no habría problema. De hecho, pudo haber faltado Chucho y estoy seguro que el grupo hubiera reventado el escenario.

He visto a Chucho infinidad de veces, hasta en ensayos, y a pesar de mi admiración, hay vicios musicales que me molestan, o no termino de asimilarlos. 

Este concierto fue diferente, creo que Chucho alcanzó una madurez que otros mueren buscando.

Hasta este momento, no he escuchado el nuevo CD, y por lo tanto no conocía la mayoría de las interpretaciones, tal vez, excepto, fuera de Bésame Mucho, y creo que Zanaith.

La pieza con la que abrió fue el claro ejemplo de como se construye la tensión musical. Como un tiburón que acecha en el fondo del océano, que se acerca lentamente a la superficie, donde los bañistas cada segundo van perdiendo ese sentido de esparcimiento, sin saber porque. El escuálido acecha, la gente se pone tensa, la tensión se acumula sin saber que sucede, hasta que el animal rompe la tensión superficial con un festival de percusiones afro latinas y se traga todo lo que encuentra en su camino. Que manera de romper el silencio de la sala. Personalmente, la primera pieza me dejó felizmente agotado. Los que siguió fue un viaje lleno de valles y cúspides. Jamás había visto a Chucho tan cómodo, con un lenguaje corporal que decía mucho de su estado de ánimo, de lo seguro que se sentía con este nuevo proyecto. El bajista es un joven que no dejó de sonreír y jugar toda la noche, con una comunicación visual constante, con Chucho. Su primer solo, inició anclado al más puro jazz y como el tiburón, se fue transformando y generando esa tensión de nuevo, hasta llevarlo al corazón del Callejón de Hamel, con movimientos de rumbero y todo. Que placer ver a alguien transmitir la felucidad de su trabajo y percibir a un público vuelto loco por este bajista.

El grupo suena fresco, sólido, sin dejar nada a la imaginación. Yaroldi, el percusionista, como siempre, acompañando desde lo más sublima hasta sus violentos solos que lo dejan a uno con un dolor en el pecho, por las ondas sonoras que emanan de sus congas, que manera de tocar de este chamaco.

Al final del concierto me acerqué al escenario para pedirle al baterista(Abraham Mansfarroll) que posara para una foto. Por cierto, Mansfarroll dio una clase magistral de batá, que manera de tocar de este muchacho, más aún cuando jugaba con Yaroldi en sus congas. Después de tomarle la foto, conversamos un poco y surgió el tema de los videos que tengo años subiendo a youtube, y me dijo que tiene varios grabados con los que se pone a estudiar. Que bueno que esos videos sirvan a la comunidad musical cubana, y supongo que de otros países.

Mansfarroll me coló al camerino en donde se encontraba chucho y me tomó un par de fotos. Le dije a chucho que hace poco vi una entrevista que le hicieron a Oscar Peterson en la cual cuenta que cuando Art Tatum terminaba de tocar, nadie se atrevía a tocar ese piano. Pues así fue lo de chucho.

Al final nos quedamos a platicar con Yaroldi, nos dijo que era el último concierto y se regresaba a Cuba. Estuvimos recordando cuando nos conocimos, del festival de jazz en Can Cún en el 2000, de los conciertos en CDMX y los 16 conciertos que filmé en Yoshi’s, de Irakere.

Creo que este concierto me liberó de la tensión del día a día.

Salimos y nos metimos a un resta chino, despedida de Londres. 

Siguiente parada, Paris Photo.



Tuesday, November 6, 2018

Londres - Día 2

Me había tomado medio diazepam la noche anterior, así que despertamos a las 12:30pm. Afortunadamente el “plan mínimo de viaje” era visitar el Museo de Londres para atender la exposición fotográfica “London Nights”, un colectivo de fotos del siglo XIX al presente. Menciono el plan mínimo de viaje porque una amiga viaja con todos los detalles planeados, hasta el último minuto. Recuerdo una visita a La Habana, andaba desesperada porque no había plan de nada. Entonces, desesperada me dice “bueno” ¿es que no hay un plan mínimo de viaje? Por supuesto que no lo había, que flojera planear hasta las idas al baño. Si todo lo planeas, no hay oportunidad de descubrir nada, ni de quedarte dos horas a platicar con alguien que conociste en un bar, y de eso es lo que que están hechos lo viajes. 

Un poco de enredo para encontrar la entrada al museo. Veinte letreros y todos apuntaban a diferentes direcciones. 

Me había enterado de la exposición, por uno de los medios en internet. Algo que aprecio son las exposiciones que no son interminables, London Nights es una de ellas, además, son pequeños sets de diferentes fotógrafos y épocas, lo cual desprovee de cualquier intento de monotonía a la exhibición. Me gustaron las dos primeras fotos, creo que eran de 1840, espacios abiertos, oscuros, alumbrado público con el ritmo nocturno de lámparas de gas. No recuerdo el nombre del fotógrafo, que seguramente viene en el catálogo que compré. Había otra foto nocturna, de larga exposición. Me llamó la atención porque en primer plano hay agua, supongo que un río, y no parece una foto de varios minutos, las fotos de cuerpos de agua no tienen textura en la superficie. El fotógrafo escribió que era de 14 minutos. Espero la foto venga en el catálogo para reunirnos y analizarla, siempre es buen ejercicio analizar y opinar las fotos. 

En la exhibición había de todo, hasta lo contemporáneo. Fotos de gente jugando tennis de noche, en una cancha semi iluminada, con un hombre sentado en una de las esquinas exteriores, al ras de la calle, de espaldas a los jugadores, pensativo, inconsciente de lo que sucede en la cancha. Otra foto interesante es un tipo parado, con un cigarrillo entre los labios, en medio de una multitud, congelado en el momento, mientras la multitud gira a su alrededor. Pareciera que se cuestiona su presencia, con la mirada perdida, fija en el lente de la cámara. Hay fotos nocturnas con la niebla que caracteriza a Londres, luces que se cuelan entre rejas de oscuridad, oscuridad que detiene el flujo de luz cuyo propósito es que no la detengan. Sombras que evidencias obstáculo que logran vencer el camino de la luz.

Hay una esquina del museo, a un lado de la entrada, en donde exhiben 5 fotos diferentes cada mes. Todas son de diferentes partes de la ciudad, la idea es que cada fotógrafo plasme lo que cree son momentos, o espacios interesantes. No todas son buenas, pero es una oportunidad para fotógrafos desconocidos(como lo somos la gran mayoría) expongan en un espacio público.

Una tercera exposición, en el mismo museo, es la historia de derecho a votar de las mujeres en Inglaterra. Muchos objetos, fotos, videos, libros, poemas. Este si terminó saturándome, una de esas exposiciones de las que quiero salir corriendo y dirigirme a un bar, después de quince minutos. Lo mismo le sucedió en la expo de Sebastian Salgado, en el MOPA de San Diego. Demasiadas fotos en un pequeño espacio.

Después a dormir una siesta, pues el jetlag seguía jodiéndome la existencia. 

Bajamos al lobby, donde sirven vino gratis y hay una barra de quesos para completar la degustación. Se me ocurrió posar una rebanada de chocolate blanco sobre un queso amargo y ¡wow! casi me sentí en el cielo. Creo que de ahora en adelanta, en lugar de ate con queso, será esta nueva combinación. Después de varias copas(la chica no dejaba de llenar las copas), salimos a caminar, yo en un estado mental... digamos que desinhibido y caminando 2 centímetros sobre la banqueta. Por la tarde salimos a caminar por Picadilly, a tomar fotos, siempre es interesante tomar fotos bajo la ausencia del sol. Pasamos frente a un resta italiano, la carta se veía interesante. El mesero sugirió un feruchini con salsa y trufas blancas. Soy fanático de las trufas negras, pero no había probado las blancas. Hace poco leí de alguien que pidió una pasta con trufas blancas, no recuerdo el precio, pero la vendían por gramos y casi me desmayo del precio, hice cuentas mentales y era mucho más cara que el famoso Kobe Beef japonés. Pues pedí una botella de un super toscano y la dichosa pasta, total, si nos va a llevar la chingada con el peje, que me lleve como a los músicos del Titanic, tocando el violín. En lo que nos servían, el mesero se quedó platicando un buen rato, y nos dijo que un comensal le había dado una mordida a la trufa cuando se la mostraron, que locura. Yo creo que pensaba que estaba en un mercado municipal de Oaxaca, en donde te gritan “guerito” al tiempo que te ofrecen un buen trozo de queso. No quiero saber en cuanto le salió el chiste. Después de una copa de vino fortificado y una de grappa, salí con la cabeza por encima de las nubes. Me sentía como Joni Mitchel al inicio de Both Sides Now.

Caminar las calles solitarias, es ver a gente desprovista de todo falso decoro social, especialmente protegidos por la ausencia de almas en pena que buscan un espacio para dormir, ya sea bajo un portal, o en la puerta de entrada a algun negocio de bienes y raíces. Es increíble como la vida puede ser ruda con los más frágiles. Recuerdo una foto que tomé en Salta(Norte de Argentina), ibamos caminando de regreso al hotel, después de una cena digna de todo sibarita bon vivant, dos clasemedieros wannabes con el estómago lleno, pasando frente a una tienda de colchones. En la entrada estaba un indigente dormido entre cartones, su cama. De fondo, en el interior de la tienda, había todo tipo de colchones y un letrero que e decía “el colchón si importa”, o algo por el estilo. Por ahí tengo la foto. En fin, cosas con las que se tropieza uno de noche, la realidad que te escupe a la cara.

Busqué info de algún club de jazz, pero la función ya casi terminaba, no importa, la siguiente noche pintaba para ser musicalmente espectacular. De regreso al hotel, tomé algunas fotos, la mayoría piteras, que ni he tenido tiempo de revisar.

Mañana será otro día.





Sunday, November 4, 2018

Londres, día uno.

Las horas previas a un viaje suelen ser frenéticas. Pasaporte, tarjetas, equipo fotográfico, ropa, cerrar la llave de paso, poner el calentador de agua en piloto, dejar instrucciones en la oficina. Viajar se ha vuelto una infinidad de detalles que llegas cansado a tu destino.

Tengo poco que regresé de un viaje que me dejó descojonado de una pierna, un brazo y con gripe. El dolor era tal que acudí inmediatamente al traumatólogo que me ha ayudado con dos facturas previas. Iba preocupado a la consulta ya que estaba seguro que mis dolencias eran por eventos anteriores, una caida en casa de mi prima Patty Lino el haber lanzado una piedra en Guerrero Negro. Al final de cuentas, ni lo uno ni lo otro. A los dos días de visitar al traumatólogo, me jodí la cadera y fue cuando empecé a revisar catálogos de elevadores caseros y sillas de ruedas pimpeadas. Sí, porque si voy a andar moviendo la silla con soplidos, que sea con estilo. En el chairopuerto de Tijuana, nada nuevo, digo, sigue siento una terminal pitera con ínfulas de primer mundo. 

El vuelo a CDMX, como siempre, sólo faltaron las cajas con mole. Recuerdo un vuelo de regreso a Tijiana, me dejaron la maleta que parecía enmolada. Neta, sigo sin entender es onda de traer mole, pan t pendejada y media, a Tijuana, cuando en Tijuana tenemos la mejor gastronomía del país, y por favor no empiecen con que los aguachiles buchones y que la pacífico, no jodan, Tijuana es el gran chingón.

En la terminal dos de AICM hay dos fondas con deseos de ser restas, una de ellas es un Chilis. No como en el chilis ni aunque me regalen una Phase One. En serio, hay que tener una seria disfunción en las papilas gustativas para comer en ese pinche engendro de restaurante.

El vuelo a Londres, pues ni cuenta me di, me tomé diazepam y adios mundo cruel. Desperté unos minutos antes de aterrizar. Recuerdo que sentí mi brazo en terreno blando y eran los brazos de la señora de al lado, de inmediato quité mi brazo y le pedí disculpas. Supongo que le gustó porque tenía la sonrisa de oreja a oreja. 

Preocupada por roncar, porque lo mío es mucho con demasiado. Supongo que sentado no ronco, pues ya nadie me despierta, ni me ve mal cuando despierto.

El aeropuerto Heathrow no me parece un aeropuerto digno de Londres. Hay que pensar que la primera impresión que un turista, es el aeropuerto del destino. Y aunque Londres es una ciudad fuera de liga, el aeropuerto deja mucho que desear. La espera para migración fue de 2 horas, no es broma, más que en La Habana. Pero a diferencia de La Habana, las maletas ya estaban esperándonos cuando salimos de lo del pasaporte.

Pinche google maps, te pone unas instrucciones que solo un ingeniero de la NASA puede entender, y la cosa se pone peor cuando no sabe ni hacia donde te diriges. ¿Les ha sucedido? Google maps te dice que camines hacia cierta dirección y le obedeces, como chairo a #TropiYisus, y ves como la flechita se mueve en sentido opuesto. Son cosas que me molestan, pero para suerte de la güera, ese error no hizo pasar frente a varias tiendas que la hicieron salivar, la saliva del shopping, como perro de Pavlov. 

Nunca me había tocado una habitación tan pequéña, ni en París, por poco y nos dicen que el escusado es la ventana.

Aventamos todo y salimos a reconocer un poco. El hotel está en el area de Picadilly, hay mucho movimiento de noche. Cenamos y nos metimos a ver Bohemiam Rhapsody. Siempre me he quejado de la cantidad de comerciales que proyectan en Cinépolis, pues quiero que sepan, acá son corregidos y aumentados, creo que me dormí tres veces antes de que iniciara la película. En el cine no venden palomitas de maquinita, sin de bolsa, pero las chelas están heladas y sabrosas.

Creo que tendré que ver la movie de nuevo, porque me quedé dormido. Era la función de las 10:30pm y con el jetlag, está cabrón. Una cosa si les puedo decir, la película me encantó, bueno lo que pude ver. El tema no es precisamente Queen o Mercury. La película es un tributo a la perseverancia de esos espíritus estóicos con una vastedad, que nada ni nadie los puede arrollidar.

Mañana escribo lo de hoy.



Monday, October 15, 2018

Señorita México.

Hace un par de años leí una biografía de Beethoven, la cual pensé que no iba a terminar nunca, afortunadamente, la bibliografía era una cuarta parte del libro. Lo mismo con El Hombre que amaba a los perros. Son libros interesantes que a veces cansan.
Enrique Serna es un escritor mexicano contemporáneo que escribe novelas que tienen que ver con lo mexicano. Entre ellas Ángeles del Abismo, una novela de habla de una relación entre una niña española y un niño indígena en tiempos en que la colonia empezaba y por consecuente el adoctrinamiento de los nativos. El libro en poco brutal, pero describe muy bien lo que sucedió en esa época.
"Genealogía de la soberbia intelectual" es un libro que disecta, muy puntualmente, los comportamientos de los círculos "culturosos", a través de la historia, para separarse del pueblo.
Esos son ejemplos de libros voluminosos, pero interesantes a la vez, porque los hay que son aburridos con cojones.
Bueno, no todo es basto. Serna tiene varios libros que son pequeños cuentos, algunos de lo más perverso. Uno de mis favoritos es Señorita México. Es la historia de una Miss México venida a menos. Hay una escena en la que describe a detalle la fiesta de una quinceañera en quinto patio. La descripción es cómica, pero a la vez brutalmente real. El final es una mezcla de lo un amor alimentado con aplausos de un público al que no le importa la ni lo estético, ni el amor.


Wednesday, October 10, 2018

A Love Supreme - First Press

En el vuelo de regreso, vi "Nostalgia", una película que trata el tema del apego a las cosas, seres y recuerdos. En realidad son varias historias que van tejiendo un panorama que nos muestra ambos lados de tomar una decisión. Una sra. pierde su casa en un incendio, y se ve obligada a vender una pelota de baseball porque necesitaba el dinero. Viaja a Las Vegas, a visitar a un vendedor de antigüedades deportivas. La pelota era del marido, que había fallecido años antes, y aunque ella no era fan del deporte, la conservaba por haber sido de su esposo, a quien había legado por una serie de herencias familiares.
En una de las escenas, el hijo de una pareja que se había mudado a Florida, va a la casa que abandonaron los padres, para repartirse, con su hermana, lo que dejaron los padres. Estando en la azotea, entra la sobrina para ayudarlo. Al estar escombrando, la sobrina encuentra unas cajas con LP's y el tío le dice que esos si sirven. La sobrina le dice que ya no sirven, que puede accesar la música en linea, a lo que el tío le contesta que esos discos son "first presses", y que es lo físico lo que cuenta.
Los famosos "first press", son todo un tema.
Para grabar un LP, se requiere de un molde original, con el cual se prensan los discos que se van a vender. Con el tiempo los moldes de desgastan y ya los LP;s no tienen tan buen sonido. Entonces se fabrican nuevos moldes. Por lo general, los que fabricaban el molde, eran ingenieros que firmaban lo que se llama "dead wax", que es el espacio entre el final de la canción y la etiqueta. Por ejemplo, uno de los ingenieros de grabación, más famosos, era Rudy Van Gelder. Si firma en el Dead Wax, cambió varias veces, es por eso que se puede saber el año en que se grabó el disco. Hoy en día, le precio de un "first press", en ebay, puede ser prohibitivo. Si le dan click al link de arriba, se darán cuenta de lo que hablo.
Existen otros detalles, por ejemplo, la etiqueta. Columbia Records tiene lo que llaman "six eye". Esta etiqueta tiene seis símbolos al rededor de la etiqueta. En realidad no sé porque les llaman ojos, pues no parecen tales. En el LP Kind Of Blue, esta etiqueta es señal de que es un "first press".  Hace poco participé en una subasta en ebay, para comprar un "first press" de Kind Of Blue. La gané y me salió, literalmente en un "ojo" de la cara. Pero al final de cuentas creo que vale la pena. Así como fans de Star Wars que pagan por piezas de las cuales no existen muchas, es lo mismo con los LP's, con la diferencia que el LP se puede escuchar.
Y en realidad todo esto es "Nostalgia". Nostalgia por volver a experimentar el sonido de un LP. Hace poco un amigo me escribió diciéndome que no perdiera mi tiempo, y dinero, restaurando mi tornamesa, que había tecnologías mucho mejor y bla bla bla. Lo que no entendió, es que no busco la perfección, busco ese sonido viejo. Nostalgia al final de cuentas.


Kind of Blue - First Press

En algún lugar de Jordania(Lucy)

Conocí a una pareja que había ido a Israel, a hacer un tour del recorrido que supuestamente hizo Jesucristo. Nunca me imaginé que la gente hiciera ese tipo de viajes, supongo que hay viajes para todo tipo de objetivos. Todos tenemos nuestras filias, de hecho, hace años, Besué hizo un viaje a España y regresó diciendo que su viaje fue para visitar lugares de rolas de Sabina. Claro que era puro rollo, pero en fin. Ambos eran cristianos de California y muy religiosos. A pesar de mis fobias religiosas, me porté de lo más nice con la gente esta. Era importante para ellos ir a los lugares de los que tanto habían leído. Yo, en mi atea mente, no podía concebir que alguien viajara tan lejos por ese motivo. Lo curioso es que en una parada del bus, claro en una tienda a donde te llevan, como res al matadero, a comprar souvenirs, el guía explicó que lo que se veía a lo lejos, era el Gran Valle del Rift. En ese preciso momento entendí de lo que hablaba mi nuevo amigo cristiano, estaba en un lugar del que había leído, pero a diferencia de mis amigos cristianos, me tropecé con el Valle por casualidad, mi destino era Petra.
Estando en la universidad, leí Lucy, un libro de Donald Johanson(antropólogo), que mucho tiene que ver con esa falla geológica. Lucy es un esqueleto(incompleto) de un homínido e la especie Australophitecus Afarensis. Lo de Afarensis, es por el triángulo del Afar. Este triángulo se encuentra entre Eritrea, Djibouti y Etiopía, y en él se han encontrado algunos de los especímenes más antiguos de la humanidad. A Lucy le calculan 3.5 millones de años, y el nombre se lo dieron el día que encontraron los primeros fragmentos. Ese día, cuando regresaron al campamento a revisar el hallazgo, tenían una cassettera tocando Lucy In The Sky With Diamonds, de los Beatles.
El libro es como un thriller de espías y detectives y es interesante porque aprende uno cosas como como calcular la edad de fósiles tan antiguos. Pues resulta que se hace por medio de isótopos radioactivos. Todos los isótopos tienen una edad media, algunos de millones de años y otros de miles de millones. Estos isótopos tienen la particularidad de tener una decaimiento radioactivo que no varía. O sea que mueren a una velocidad fija. Al ir muriendo, producen un isótopo hijo, y utilizando la concentración actual del isótopo, y la del hijo, se puede saber la edad. También habla de Mary Leakey y Luis Leakey, que fueron de los primeros antropólogos de esa área, y de las rivalidades que hay en la comunidad científica.
El libro no fue escrito para científicos, lo cual hace la lectura ligera, pero interesante, bueno y aprende uno poco de antropología. Lucy es un excelente libro si quieren enterarse de como funciona la evolución de las especies.















Tuesday, October 2, 2018

Día 10 Tel Aviv

Después de dormir unas horas, salimos a hacer una caminata de reconocimiento. En total fueron aproximadamente diez kilómetros, después de los cuales terminé con los pies punzando.

Puedo decirles que las instalaciones de la playa son un poco más allá que primer mundo. Hay espacios con sombra para que la gente se siente o se acueste a descansar, de hecho hay uno de estos espacios para minusválidos, supongo que los respetan. Si fuera México, seguro que sería utilizado por algún #LordPlayón o #LadyAcapulcoEnLaAzotea. Y es que en México somos tan dados a no respetar nada que hace unos días un juez, en Jalisco, mandó a sus guaruras a quitar a un señor, de la tercera edad, que se había estacionado en el espacio para minusválidos el cual estaba reservado para él. ¡Háganme el pinche favor!

Se supone que los jueces están para juzgar y aplicar la ley, y este cabrón hace precisamente lo contrario.

En todo el malecón regaderas, puestos de salvavidas, escusados y algo muy curioso. Andaba buscando un cajero automático y vi un par, cuando me acerqué, no entendí nada pues estaba todo en hebreo. Bueno, pues más tarde encontré otros cajeros iguales y vi gente usándolos. Me acerqué para ver de que se trataban los cajeros, y resulta que eran para pagar renta de espacios en la playa. No supe exactamente que se pagaba, pero supongo que por las tumbonas y los espacios con sombra.

La playa está de lo más limpia, para nada se parece a playa de Tijuana, en donde después de un domingo de esparcimiento, se parece al vertidero municipal, y con el agregado de un mar contaminado por las aguas sin tratar que terminan en el Pacífico.

Al final de la playa se encuentra Jaffa(se pronuncia Yafa), que no es otra cosa que el casco viejo de la ciudad. Ahí se concentran muchos restaurantes, tiendas para turistas y el famoso “flea market”. Tal vez se llame así porque antes estaban infestados de pulgas, porque no creo que vendieran pulgas. Nadie en su sano juicio compraría pulgas para llevar a casa. Aunque tengo una amiga que de niña, le compró piojos a una compañerita de la escuela, porque ella también quería tener lo mismo que la nińa que se sentaba frente a ella en el salón de clases. Ya se imaginarán como terminó mi amiga. En fin, cosas de niñas.

Entrando a Jaffa vimos un resta de carnes y entramos a probar un filete cubierto de foeis gras que no tenía madre. Lo más interesante es que la carne sabía a carne añeja, sin serlo. Tal vez era una vaca de 125 años de edad. Si alguna vez tienen oportunidad de probar el foei gras sellado, montado en una cama de manzanas horneadas con una reducción de balsámico, háganlo, no la piensen dos veces. No importa que sean vegetarianos, yo sé lo que les digo.

Fotográficamente, el area es interesante, hay graffitis, personajes interesante, callejones, antigüedades y vendedores empecinados en que te lleves algo de su tienda.

El resto fue caminar por el malecón de Jaffa, el cual está lleno de restas, bares y cafés. Te puedes sentar a tomar una cheve y ver los barcos mecerse en la marina. El problema, a mi edad, de comer, es que me da el mal del puerco(pork disease) después de la comida, y después de la caminata bajo un sol implacable, ya no podía mantener los ojos abiertos. Así que regresamos al hotel, caminando. Llegué de puro milagro, arrastrando mi alma. 



Monday, October 1, 2018

Jerusalem

Estábamos tomando una cerveza en el bar cuando entró un tipo y pidió una para él. Se paró a un metro de distancia y empezó a moverse de lado a lado dentro del mismo metro cuadrado. Escuchaba algo en el celular sin decir palabra alguna. De repente marcaba y número y escuchaba algo o a alguien. Sentía su mirada como un peso incómodo que llevas en la cabeza, en la espalda, en todo el cuerpo. Pero mas que masa en ese perímetro personal en el que no quieres que nadie se meta. Como no soy bueno para sostener miradas, intenté ignorarlo por un buen rato, hasta que la curiosidad, y la incomodidad, me hicieron regresarle la mirada. De inmediato fijó sus pupilas en las mías y definitivamente era una persona alterada. La mirada era de ira con una incómoda desesperación. Se le notaban venitas rojas en lo blanco de los ojos. El primer contacto visual fue apenas de un par de segundos, no pude sostener más la mirada. El tipo seguía en el cel, escuchando, moviéndose e inquietándome cada vez más. Le sostuve la mirada un par de veces más, y cada vez aumentaba mi nerviosismo. Especialmente en esta ciudad, uno empieza a pensar cosas raras. El tipo traía una mochila que había colocado en uno de los bancos de la barra. Empecé a pensar que era un terrorists nervioso antes de explotar el bar a la chingada. Después de todo, esta es una ciudad que no ha quedado libre de atentados, todo por motivos religiosos.

La cuarta vez decidí sostenerle la mirada hasta que aguantara el tipo. Después de un buen rato, ya que me reventó los cojones, le pregunte con voz firme y alta “do you have a problem with me?”. El tipo se asombró y se hizo como que no entendió. Le volví a preguntar, ahora más golpeado, y me contesto “a problem with you?”, con un marcado acento al parecer hebreo. Y le dije “yes, you keep looking at me. Do you have a problem with me?”

Me dijo que no y le dije que me estaba haciendo sentir incómodo. Entonces me dijo que ya no me iba a voltear a ver y medio se volteo, pero seguía moviéndose. Por la incomodidad pedí la cuenta, y él también pidió la suya. Lo único que se me ocurrió fue pensar que nos iba a seguir saliendo del bar. Esperamos a que se fuera y entonces la cantinera(una niña rusa)fue que nos dijo que el tipo estaba mentalmente inestable y que era inofensivo. Pues sí, pero ¡que va uno a saber!

Después de un rato pedimos el menú y había botanas rusas, y al rato caímos en cuenta de que era un pub ruso. Que onda más loca, un pub ruso en Jerusalem. Pues resulta que el pub se llama Putin!

No es bueno ver películas del Santo, especialmente si visitas lugares Santos

Carlos San Miguel, el otro santo.




Wednesday, September 26, 2018

Día 9 Bilbao-Barcelona-Tel Aviv






De nuevo la maldición del insomnio.
Creo que dormí dos horas. Había puesto el despertador a las 5 am y me desperté a las 4:30, después de haber dormido dos horas. Ya había hecho la maleta para no andar a las carreras de madrugada. Me levanté como una mezcla rara de resorte zombie y me dirigí a la ducha, la cual era un cubículo en el que te agachas para restregarte las piernas y la cabeza choca con una pared y las nalgas en la pared opuesta. Pero no importa, me pude bañar bien y rápido. ¿Recuerdan el desodorante que compré en vigo? Pues resulta que cuando lo oprimí para mojar “la bolita”, está se salió de su lugar y se hizo un pinche tiradero que para que les cuento. Se me vació en todo el costado, y como no quería irme oliendo a fábrica de desodorante barato, me metí a bañarme de nuevo. Salí yy en chinga limpié el piso... hay que dejar el depa limpio. Ya el resto fue rápido. Ta había investigado el día anterior, donde tomar el taxi a la estación de tren, que no está tan lejos, pero con la maleta y dos mochilas, no es fácil.
La esquina de los taxis estaba a. Una cuadra del depa, y de bajada fue fácil llegar. No sé como le hacen los taxistas para estar de buen humor a esa hora. En serio, yo le daría una cuantas cachetadas a cualquier cliente por hacer preguntas o comentarios pendejas.
Por ejemplo, siempre que llego a una ciudad y tomo un taxi, pregunto sobre el clima. Si sé un poco de algún evento político en el país o la ciudad, hago algún comentario lite. Y hago hincapié en lite, porque no vaya a ser que mi comentario cargado al lado opuesto de la opinión de un taxista ultra, me haga terminar desintegrado en un tambo de doscientos litros y vertido en un corral de cerdos.
Esto lo hago para distender esa tensión que se genera, siempre, con el silencio que separa al chofer de mi. Intento encontrar un algún ounto en común para que el viaje sea más ameno. Una vez de plano le dije al taxista “cambia de música, es muy temprano para cometer mi primer asesinato”. Neta, hay cabrones que piensan que escuchar narco corridos a las cinco de la mañana, es una buena manera de empezar el día. En eso casos sí puedo permitirme un Arjonazo. Por lo menos te mantienes con la caneza en esa nube de gases tóxicos de la que salgo hasta las 10am.
Llegué demasiado temprano a la estación. Para los que no han viajado en tren, no hay necesidad de llegar dos horas antes. Con diez minutos, es más que suficiente. Pero llegué temprano para desayunar algo antes de partir. Evidentemente llegué demasiado temprano, pues todo estaba cerrao, sólo había un adormilado guardia y una señora barriendo. Había un Burguer King que había visto el día anterior que compré el boleto y me había entrado una urgencia extrema de tragarme un Whopper con papas fritas. Es que en serio, ya andaba harto de pinches pinchos y tapas, lo que necesito es un mole, unos tacos varios, algo que grite “Mexicanos al grito de guerra”. Perdón por el pleonasmo, pero a veces me dan esos arrebatos, no tan seguido, pero suceden.
El viaje fueron siete horas, sin sobresaltos, nadie se sentó a mi lado. Así que viajé a mis anchas.. excepto un viaje a la cafetería, en el cual me encontré con unas gringas cincuentonas, que no entendían el tipo de cambio del euro y pensaban que en todas partes les aceptarían sus dólares. 
El tren arribí a la 1:30PM y el avión a Tel Aviv salía a las 11PM, así que tenía mucho tiempo en mis manos. Dejé la maleta y una de las mochilas en un locker y salí a caminar y buscar algo ara comer. Hay varios restaurancitos cerca de la estación y todos sirven lo mismo. Es como llegar a las ahumaderas y tratar de decidir en cual taquería comes, todas sirven los mismo.
En lo que comía, busqué información sobre los conectores eléctricos en Israel y encontré que son parecidos a los de Argentina,  por lo menos eso me pareció. Tal vez les parezca sin imoortancia este detalle, pero puede ser la diferencia entre vivir y morir para mi. Bueno, no tanto, pero entre dormir y un posible infarto cerebral. Y es que, para los que no saben, sufro de una apnea obstructiva de sueño muy severa, y duermo con la ayuda de un respirador(CPAP) para no dejar de respirar. Por eso es que no voy a viajes en donde tenga que acampar en lugares sin electricidad. Eso y el hecho de que ya pasé mi época de Boy Scout.
Esto de viajar te hace tomar en cuenta lo que parecen ser detalles insignificantes. Acá en Europa, el voltaje es 220 y en América 110. Si no traes u convertidor de 220 a 110, explota cualquier aparato que conectes. Me sucedió hace muchos años, Viajé con un conector múltiple de 110 voltios y explotó cuando lo conecté. Hoy en día, casi todos los cargadores son 110-220. Por lo menos los de los teléfonos,  computadoras y cámaras. Lo que sí se necesita es un adaptador para el tipo de enchufe del país al que vas. Y por eso es que andaba buscando esa info, porque no la había pensado en Tijuana, asumí que Tel Aviv era Europa, por lo menos en cuestión de enchufes. No vayan a creer que estoy tan pendejo como para pensar que Israel está en Europa. De regreso en la estación de tren, vi un kiosquito en donde vendían celulares y accesorios, así que le pregunté al dependiente si tenía adaptadores para Israel. Le expliqué que traía para Europa, pero no para Israel. Con una expresión de extrañeza. Y luego se le iluminó el rostro y me dice “son los mismos de Europa”. ¿Seguro?, le pregunté. “Claro, yo soy de Israel” me contestó con una amplia sonrisa. Pues bueno, un obstáculo menos.
Recogí mi maleta y tomé el tren al aeropuerto. Había quedado de verme con la güera en el aeropuerto de Barcelona para tomar el vuelo a Tel Aviv. Silvia venía de un congreso de ginecología regenerativa, que ella y otros expertos organizaron en Zaragoza.
Comimos un jamón serrano infame, pero no había de otra. 
El vuelo salió retrasado una hora y aterrizamos 4 horas después en Tel Aviv.



Tuesday, September 25, 2018

Día 8 - Bilbao

Ayer, por una extraña razón, me quedé dormido. Afortunadamente había unos cuantos cafés abiertos y al que había ido antier, no estaba lleno. Pude desayunar cómodamente sentado. De nuevo las campanas de la catedral. Menciono las campanas porque cuando me entregaron las llaves del depa, el anfitrión me mencionó varias veces la vista de la catedral. Aunque, a decir verdad, sólo se veía el pico más alto. No sé porque los católicos asumen que a uno le interesa todo lo que tenga que ver con su religión. Yo sé que las iglesias son lindas y todo el arte que hay en ellas, pero creo que he visto suficientes como para seguir desfilando entre atrios y altares. Además, las iglesias son tétricas, frías e impersonales. Creo que el único espacio personal es el confesionario, y ahora con tanto caso de pederastia, hasta me daría miedo que me tocara un sa-cerdote con problemas de gerontofilia. Ahora, que si fuera una monjita, pues otro gallo cantaría(más adelante les cuento lo del gallo de hoy).

La idea era caminar a un barrio que se llama Deusto. 

Había buscado en google y era hora y media caminando, lo cual se me hizo bien, podía tomar fotos en el camino. Es bueno caminar para sentir el pulso de la ciudad, no me queda de otra, porque el pulso de los antros ya no lo soporto, ya escuché In-A-Gadda-Da-Vida miles de veces, no necesito más pulsos apendejadores que te obligan a platicar a gritos.

Pues nada, que inicio mi caminata y como a os 45 minutos google se volvió loco metiéndome en un patrón de caminata en un crucero con 5 esquinas. Pasaba de una esquina a otra y la brújulita en la pantalla parecía luchador libre después de una dosis de avioncito. Cambié a Maps de Apple, y la misma chingadera, el GPS en total estado de apendejamiento. Era como si bubiera entrado a la zonal del silencio o peor aún, al triángulo de las Bermudas. Empecé a tener pesadillas de un episodio de Twiliight Zone y cada que llegaba a la siguiente esquina era in Déjà vu all over again. Entonces se me ocurrió detenerme en un bar a tomar algo y preguntar en que dirección de la brújula estaba el barrió. El cantinero apuntó hacia una de las paredes, salí y enfile la marcha hacia esa vaga dirección.

Este incidente me recordó una vez que llegué a San Francisco para un evento en Wente Vinyards. Renté carro en el aeropuerto, con todo y GPS, por si las dudas. No sé si sepan, pero los gps necesitan tener, por lo menos, tres satélites a la vista para poder triangular y así calcular su posición. Bueno, pues cuando sentí que faltaba poco para llegar al hotel, se vuelve loco el gps. Me trajo dando vueltas por varias cuadras, hasta que me encontré en un area residencial, en una loma de la cual podía ver a lo lejos la ciudad. Eran las doce de la noche y detuve el carro para poder digerir como es que había terminado en una loma con una vista impresionante de la ciudad. Esa no era la idea, tenía que levantarme temprano para manejar al evento. En eso veo a unos trabajadores de la ciudad reparando algo del abasto de agua de la ciudad. Acerqué lentamente el carro a donde se encontraba el camión, bajé la ventana, saludé con un “buenas noches” y acto seguido procedí a preguntarles si sabían dónde se encontraba la calle que había desquiciado a mi gps. Uno de ellos se le quedo viendo al esquizofrénico gps que llevaba montado en el tablero del carro, lo apunto con su dedo y me cuestionó ¿y el gps? Sonreí, le dije que se me pasó darle su pastilla de risperidona y le ofrecí mi mejor sonrisa de turista apendejado. Afortunadamente me explicó de tal manera que el gps se pudo haber cortado la oreja y no había bronca.

Después de caminar lo que parecía una eternidad, pero sin prisa, vi a lo lejos el Guggenheim, oh nooooo, estaba regresando sobre los mismos pasos por los que había pasado, bueno, más o menos. Ya en el barrio, en el cual se supone hay edificios abandonados, me cayó encima un balde de agua fría de gentrificación, no era nada de lo que esperaba, excepto una callejuela con pintas etarras y bares que mala muerte con personajes interesante. Un bato, ya ruco, traía el cabello cortado medio mojawk, casi a rapa de los lados, con un copete azul y una bandera gringa pintada en los lados rapados, una estrella en uno y las barras de color del otro lado. Estuve tentado a pedirle tomar la foto, pero se veían poco amigables, pensé en Taxi Driver.

En lo que tomaba algunas foto piteras, nada interesante, noté a tres batos sentados afuera de otro bar, y tampoco se veían amigables, eran como cascajo de la era punk que se reusaban a ser demolidos para gentrificar su espíritu punk. Al rato llegó otro bato, le reclamaronsu tardanza y procedieron a ingresar al barecillo de mala muerte. Yo seguí por la cellejuela, fría y sin sol. Una tienda de camisetass que se llama “camisa y media”, o algo por el estilo. Ahí te diseñan y te estampan la t-shirt. Un hostal para surfillos y algo interesante, una pajarería. Estaba pintada de amarillo con unos pájaros y un árbol pintados en la pared. Cuando estaba en lo de tomarle fotos, se me acercó un individuo que momentos antes había visto, de reojo, salir del barecillo de los cuatro tipos. Me preguntó para que eran las fotos, no recuerdo que le contesté pero me dijo que esa casa la habían tomado unos artistas locales porque el ayuntamiento quería demolerla. Pues que bien, pensé, hace falta más cultura y menos gentrificadores.

En realidad el area es pequeña y decidí iniciar el regreso, a mi paso encontré a un tipo leyendo un libro, sentado en una banca, a su lado había un estencil de un rostro que había visto plasmado en varias paredes. Me detuve a tomar una foto y me acerqué a preguntarle a cerca del rostro del estencil. Me platicó que es el etarra que ha asesinado a mucha gente, su nombre es Juan Ignacio De Juana Chaos, vaya apellido para un terrorista “caos”. Me tiró todo un rollo que él( el del libro) no podía aceptar el proceder de estos terroristas, pues era católico cristiano, y los etarras eran Marxistas Leninistas. Y me dice “por ahí hay algunos bares a los que va esta gente”, a la vez que apuntaba en dirección a los barecillos de los que les platicaba arriba. Entonces pensé que el tipo que me preguntó sobre las fotos, tal vez fue enviado a investigar. Y yo que al principio pensé que los que estaban sentados afuera del bar, esperaban al otro para comprarle su dosis diaria de pachequez. Por cierto, en uno de los callejones que me metí, buscando graffiti, si vi una transacción de dudosa legalidad, pero me hice como que la virgen me hablaba, era muy temprano para meterme en broncas de Kojak.

De regreso me metí a un centro comercial a comer a un resta que se llama “La Mafia se Sienta a la Mesa”. Cometí el pecado culinario porque ya estaba un poco hasta la madre de fonditas y restas “top”. El otro aliciente fue que años antes, había visto un resta en Sitges, con el mismo nombre. En esa ocasión le tomé una foto y la hice parte de mi serie “negocios curiosos”, a la cual también pertenece otro resta, de comida afrodisiaca, de la ciudad de Buenos Aire, que lleva como nombre “Te mataré Ramirez”. Sería interesante un juego de futbol entre empleados de ambos restaurantes.

La comida fue un fiasco, lo único bueno fue el Aperol Spritz, hasta el vino estaba infame.

De regreso pasé por varios cafés, eso me gusta de Europa, bares y cafés en cualquier barrio. En tres de estos bares había morras fumando mota en las mesas de la acera. Creo que no es legal todavía en España, pero estaban ahí, normal, sin lío, fumándose su gallo. Y en eso se me ocurre preguntar la raíz etimológica de gallo al cigarro de mota. El gallo ha sido utilizado como símbolo de fertilidad, de la luz que ilumina la mente, de fuerza y no sé que otras cosas. Antes le decíamos churro, doobie, toque, quemarle las patas a judas, mota y no recuerdo cuantos otros nombres. Hoy en día hay batos que le dice “porro”, así se les dice en España, pero ¿en Tijuana? Por cierto, el monumento de la glorieta frente al CECUT, antes le decíamos el “mata choras”. Para los que no saben, el mata choras es la pincita con la que sujetas la chora del churro para fumarte las tres.

Pues en eso estaba, en lo del gallo, cuando de la nada, se aparece un gallo gigante frente a mi. En mi asombro, no pude pensar otra cosa que, era es un mensaje de dios todo poderoso. El dios gallo en medio de un parque, con el Guggenheim de fondo. ¡Wow! poco faltó para sacar mi tapete y ponerme a orarle a Alá. Por supuesto que le tomé fotos, otros turistas hacían lo mismo fascinados. No sé si venían pensando lo mismo, o se habían fumado uno, en su versión orgánica, pero todos andaban muy sonrientes, con ojitos de chino.




Sunday, September 23, 2018

Día 7 - Bilbao


Encontrar un café abierto temprano,  en domingo, fue como encontrar un disco duro con tus llaves privadas de bitcoin, en el basurero municipal, dos años y medio después que te deshiciste de él, porque no le veías futuro. La historia es real, un tipo lo hizo, y al momento de leer el artículo, sus bitcoins valían cerca de 85 millones de USD. 
Encontré uno abierto cerca de la catedral y las pocas mesas que había, estaban todas ocupadas. No podía se de otra manera, siendo el único café abierto a esa hora. Entonces escuché las campanas de la iglesia y se me ocurrió una idea. Sería un buen negocio abrir cafés en los atrios de todas la iglesias. Si en domingo no hay nada abierto, la gente asistiría a misa con tal de tomar café. Es una buena estrategia para la iglesia católica, que ultimamente  ha perdido muchos adeptos, especialmente por los casos de pederastia. Y como consecuencia, ha perdido millones por las demandas. Este problema de la pederastia no es exclusivo de los sa-cerdotes católicos, hace un par de semanas se supo que con los monjes tibetanos también existe el problema. No me asombra que sucedan estos hechos, pues pederastas siempre han existido. Hace tiempo leí que en los tiempos de los romanos, era normal que los maestros tuvieran relaciones homosexuales con su alumno. Pero en ese tiempo no se veía mal, creo que no había tantas regulaciones morales. Pero en el caso de las religiones, es inconcebible que la misma gente que predica el bien y el amor, dañen a niños inocentes, y encima de eso mientan para encubrirse entre ellos.  Pareciera que la mentira es requisito de todas la religiones. Desde el momento en que te dicen que existe un dios, ya se jodió la cosa. Es imposible creer que exista un dios, ante el desmadre en el que se ha convertido este planeta. Hombres llenos de envidia que compiten para ver quien la tiene más larga, llevándose en el camino a millones de jóvenes soldados que mueren sin tener la menor puta idea a quien matan.  Lo más curioso de esta “diosificasión”, es que ha habido miles de dioses y religiones, y de todos no se hace uno. Aunque con ese pretexto, los españoles acabaron con los dioses prehispánicos. Si los dioses fueran tan chingones, no hubiese necesidad de su existencia. Ponte a pensar, llega dios, da órdenes y se va. No hay necesidad de que las religiones toquen la puerta de la casa todos los pinches domingos para pedirte un poco de tu tiempo. Un dios chingón deja bondad en la consciencia del hombre, sin necesidad de resucitar al tercer día para irse al cielo. Que idea más pendeja, resucitar para volver a morir. No mamen ¿no pudieron haber inventado un cuento mejor?
Todas la religiones están plagadas de cuentos fantásticos, el mismo hecho de inventar un dios, lo dice todo. Hace años leí que Joe Smith el fundador de los mormones, cuando quiso publicar su libro del mormón, le pidió dinero prestado a un banquero. La esposa del banquero, al sospechar que la inspiración del libro era mentira, despapareció algunos capítulos de este y le dijo al esposo que si era cierto el cuento de las famosas tabletas, pues que Smith no tenía mas que traducirlas de nuevo y ya. Smith, en respuesta, dijo que no importaba que no fuera exacta la nueva redacción, que lo que importaba era el mensaje. ¿Qué tal? El ser humanao mintiendo para salir adelante., nada nuevo. 
Bueno, regresando a mi historia, si las cafetería funcionan, se podría extender el servicio a bares y discotecas por la noche. Serían todo un éxito. El eco de las iglesias es genial para la música de discoteca o Dj’s. Ese pulso repetitivo, tan primal que pone a la gente en trance, rebotaría por toda la iglesia como música de la escena mas intensa en una película de terror. Como cuando la cámara se acerca en stop motion a los ojos de Blue Demon. Para hacer la cosa más interesante, se pueden rehabilitar algunas mazmorras con monjas en liguero y látigos, y uno que otro instrumento de tortura fake. Después de todo, la iglesia es dueña de varias patentes de esos dispositivos. He visto el diseño de unos cuantos de esos aparatos y no me queda mas que pensar que debes de tener la mente totalmente retorcida para idear algo así. Estoy seguro que la iglesia se pondría de moda de nuevo. También se podría cobrar el redondeo para ayudar a víctimas de la misma iglesia, y pagar abogados para meter al bote a todos esos curas hijos de puta.
Esto de las mazmorras es una buena idea, hay una pila de gente a la que le encanta la onda esa del S&M (spaniards and mexicans). Claro, la mayoría en el closet, porque pues la iglesia tiene la exclusividad. No hay que olvidar la inquisición, que fue cuando la iglesia inventó el sadomasoquismo. Y ya que ando en este tema, les recomiendo un libro de Enrique Serna titulado “Ángeles del Abismo”. Es una novela que cuenta de la relación amorosa entre un indígena y una española, creo que ambos menores de edad. El indígena era el pilguanejo de un sa-cerdote al que le encantaba meterse enemas para estimularse sexualmente. Cuando las enemas normales ya no le causaban placer, empezó con enemas con chile piquín. Bueno, la cosa es que la novela cuenta detalles de como se deshicieron del politeísmo para implantar, a punta de garrote, el catolicismo. Serna investiga mucho antes de escribir un libro, es muy pulcro, y todos los detalles están basados en sus investigaciones. 
Ya me perdí de lo que estaba platicando....
Ah, ya, lo del café jajajaja. Bueno, pues me dirigí al Guggenheim, que es un museo de arte contemporáneo, principalmente. En el camino vi a varios indigentes con el rostro color carmín, se me ocurrió que tal vez usan lápiz labial como protector solar, pero no. La realidad es que el alcohol tiene ese efecto en los alcohólicos consuetudinarios, por eso no me verme con cara de niño de dos años que se robó el lápiz labial de la mamá, yo tomo cada tercer día.
El edificio es impresionante, está construido de placas de titanio, madera y mármol, por lo menos eso me pareció. Es de tres pisos y no está tan grande como se ven en las fotos, pero me gustaría para que fuera mi casa, definitivamente está mas grande que mi casa, es más, es más grande que cuarenta casas como la mía... no, cuarenta privadas como en la que vivo.
El arte conceptual y yo, no nos llevamos muy bien que digamos, hay cada “performa”  o “instalación” que me hace preguntar cuál es el objetivo. A mi el arte me tiene que hacer sentir algo, aunque sea repulsión.
Una de las salas era de artistas contemporáneos chinos, en donde proyectaban, en una tele, un video de personas desnudas apilándose unas encima de las otras. Una a una, se iban montando horizontalmente. Creo que el performance se llamaba algo así como “haciendo crecer la montaña un metro”. Que título más pendejo. ¿Crecer un metro? Yo creo que estos cabrones no han visto la pirámide del sol. Me hubiera encantado que cayera del cielo, aplastando al museo, y que la performa se llamara “aquí tienen 75 metros, no mamen pinches chinos”.
El Guggenheim es muy fotogénico, por lo menos eso me pareció, hay muchas curvas y lineas, sombras y luz, es interesante, fue bien pensado.
Uno de los artistas que me gustó mucho, bueno su obra, fue Anselm Kiefer, no conocía su obra, que es monumental, aunque recuerdo haber visto algo parecido en el Pompidou, en París. Su cuadros son gigantescos y mueven el tapete, especialmente uno en donde hay una persona acostada boca arriba con el universo de estrellas encima, es una forma de sentir lo insignificante que somos en este universo. Había un cuadro, de Gerhard Ritcher, que me dejó en estado de shock. Era una pintura que parecía una foto fuera de foco, se llama "Marina". El concepto y su realización son impresionantes.
Luego había, en la sala de los chinos, una jaula con lagartijas, que no recuerdo que estaba intentando decir el artista, pero creo que hay mejores instalaciones, de ese tipo, en cualquier zoológico.
Al final hay una instalación de Richard Serra, ya había visto su trabajo en fotos, pero ver su monumental obra en persona, es meterse literalmente en su obra. Su trabajo son placas gigantescas de metal, dobladas en espiral, en ondas que parecen olas de mar, y otras que parecen recipientes gigantes. Uno puede caminar y penetrar las esculturas y sentir una sensación de angustia, y la a vez de paz, es algo extraño.
Mala onda que no permiten tomar fotos de las exhibiciones, pues estoy trabajando en una serie que se llama "Post Fotografía", que no es otra cosa que pantallas de celulares tomando fotos de obras importantes.






El resto del día fue ir a comer, caminar un poco y regreso al hotel a descasar. Hace rato fui a la estación de ferrocarril a comprar mi boleto a Barcelona.
Pues eso, hasta mañana.

Saturday, September 22, 2018

Día 7 - Madrugada

Maldito insomnio. Ojalá pudiera aprovechar el tiempo para leer, escribir, tomar fotos, o de perdiz resolver triples integrales que salven al mundo de la música de Arjona y de Coelho. Pero no, lo único que se me ocurre es escribir de mi insomnio.pinche naturaleza tan pobre conmigo.
Yo recuerdo que antes, aunque en realidad no dormía por mi problema de apnea, dormía ocho o más horas. Claro, ne despertaba totalmente apendejado, y andaba el resto del día en un letargo tipo walking dead. Eso de ir conduciendo a la una de la tarde y que no puedas mantener los ojos abiertos. Es como Alex en Naranja Mecánica, cuando los médicos le ponen un dispositivo para que no cierre los ojos. El problema, hoy en día, es que con tanta tecnología, me entero de cuantas horas he dormido, cuantas apneas tuve, cuantas veces se despegó la máscara y hasta los sueños eróticos que tuve, que, a mi edad,  son muchos más que las apneas. El problema no son los sueños, o su erotismo, el problema es que desde que leí el artículo ese que asegura que a partir de los treinta, el cuerpo inicia un proceso en el que la piel despide un olor a rancio, siento que al despertar huelo a luchador en grasa rancia, después de una de  esas peleas que antes había en las cantinas para entretener a hombres sudando testosterona, comportándose como tiburones en un frenesí de alimentación. La gran diferencia es que, aquellas peleas eran en lodo, o en aceite, aunque no creo que haya sido de oliva, no estaba de moda la dieta mediterránea y el aceite de oliva costaba más que el transporte en una calafia de Tijuana. Además, las chicas olían a tierra mojada o a aceite de desecho de la plancha de las hamburguesas de un McDonalds, lo cual no puede ser peor que lo de la grasa rancia.
Esto de la grasa rancia es todo un tema, porque la naturaleza se empecinó en joder a los viejos. Sí, porque no conforme con convertirnos en envases de manteca Rosarito ambulante, también vamos perdiendo el olfato. Bonita chingadera, ahora me siento como hippie de esos que no se bañan en meses. Neta, esa gente ofende ¿qué les cuesta bañarse, pimpearse y oler bonito? Recuedo una vez que un morro entró a una agencia de viajes, en la que estábamos la güera y yo... ¡PUTISIMA MADRE! Era como si hubiera llegado Moises a partir el mar muerto. Leyeron bien, olía a muerto. Así de esas proporciones fue el evento. Y yo tan mamón que soy con eso de oler mal, o bien. Tal vez sea un pendejo, pero soy un pendejo que huele bien. “No hay nada peor que un pendejo que huela a rancio”. Sabias palabras de mi abuela... no es cierto, me lo acabo de inventar. Pues está cabrón, oler mal y no darse cuenta, que jodedera la de la naturaleza.
Por otro lado, la naturaleza le dio vida a esos perfumistas que crean fragancias como “C”. Sí, así se llama el perfume. Es de Clive Christian. No sé si el sea el perfumista o sólo prestó el nombre. Ese perfume es de los que fijan tan bien, que la ropa dura tres días impregnada de la fragancia.
Hoy se supone que voy a buscar un área en donde hay mucho graffiti y almacenes abandonados. Bueno, lo leí en un Blog de un gringo, así que puedo estar equivocado, esos paisanos son un poco exagerados. También quiero visitar el Guggeinheim. Ayer aprendí como se escribe “Guggenheim”, no crean que soy la cultura andando, recuerden que desde los treinta, soy una barra de manteca Rosarito sobre ruedas y sin permiso del ayuntamiento. O sea, ¡soy manteca chocolate! Podría crear mi propio ANAPROMEX, y cobrar una cuota para que, los de treinta para arriba, huelan a rancio sin problemas legales. Se les entrega una muestra de siete machos o de Old Spice. Al mes tienen que regresar por una botella de 50 ml, a precio de Sarajevo.
Buenas noches...

Día 6 - Bilbao

Amanecí... creo, pues no recuerdo haber dormido. El insomnio se ha portado mal estos días, son rachas, espero que esta se acabe pronto. Lo último que recuerdo de anoche fue que colgué la ropa lavada. Fue curioso porque tuve que guglear como usar esos “pods” de jabón, que es lo que me dejó el anfitrión del depa, ha de pensar que todos sabemos usar esas ondas. No es que no sepa lavar, es tan facil como meter la ropa, cerrar la puerta, poner jabón, poner enjuague y oprimir “dale”. El problema es que a veces me equivoco y revuelvo ropa de agua fria con la de agua caliente, la de color con la blanca, y así. A mi, definitivamente no se le da la lavadera de ropa. Yo creo que me hubiera ido bien cuando se lavaba en el río. Me ha tocado ver a indigentes lavando ropa en el arroyo que corre por el canal del río Tijuana, y he pensado que eso lo puedo hacer sin problemas de tipo de jabón, temperatura y enjuague. Pones la ropa a secar el duro y caliente concreto del canal, y listo.

Salí temprano a caminar, unrecorrido de reconocimiento, pues ayer llegué noche y muerto. Obvio fui al Guggenheim, pero no entré. Se ve impresionante, es una onda de esas retorcidas, como la obre de Pollock, pero de cierta manera tiene sentido, se siente armonioso y balanceado, al igual que Pollock. Afuera hay una escultura de una araña gigante, la cual había visto en La Habana, hace ya unos años. Siempre que veo esa araña, se me antoja para que le parta en su madre a Godzilla. El tipo es un gran hijo de puta, se la pasa destruyendo ciudades por gusto y nunca he visto una entrevista en donde exponga sus motivos.

Mis tennis se me olvidaron en el hotel de Madrid y traigo una botas de hicking que me cocieron los pies con el calor. Afortunadamente existe google y encontré una tienda de tennis en donde tenían justo lo que buscaba. Son unos tennis con suela de gel, que sientes que caminas sobre moluscos de lo gelatinoso que se siente. Eso fue temprano, para esto ya había caminado como tres horas y estaba que no soportaba los huesos de la planta de los pies. Por algún motivo, la naturaleza me castigó, por lo cual tengo que buscar zapatos con bastante soporte. No sé por qué, Seally no se ha metido al negocio de los tennis. Aunque sería peligroso, todo mundo se quedaría dormido caminando y tuvieramos millones de zombies deambulando, cortesía de Seally. Gracias Seally, por no meterte en el asunto de los tennis.

Hablando de zapatos, hace muchos años, según yo, xpensaba que usaba diez y medio doble E de ancho, sin albur. Por años usé esa medida y destrozaba los zapatos en meses, y en consecuencia le sentía niña china “pre-mao”, de las que les deformaban los pies para que los tuvieran pequeños. Lo leí en “Los Cisnes Salvajes”, un libro que cuenta la historia de una famila que vivió la transición de la recolución. Fue terrible, murieron millones de personas, hubo canibalismo, increible. La cosa es que años después, me midieron en una zapatería y resulta que uso 12 y no necesito el doble ancho. Desde entonces camino como pedro por su casa. Curiosamente las mujeres sufren el mismo problema con las tetas, especialmente las de tetas grande, creen que son, que sé yo, 38 Z, y resulta que usan 36 Doble D. Muchachas, es importante tocarse la tetas por el cáncer, pero también lo es el saber la medida exacta, créanme, sus tetas se lo van a agradecer.

Bueno, regresando al cuento de hoy, de regreso al hotel pasé frente a un bar- resta que tenía muy buenos jamones, y aunque no quería consumir nada pesado, pensé que sería una buena opción para el almuerzo. Llegarl al depa no está nada complicado, queda a cuadra y media del Mercado de la Ribera. Un mercado al lado del río, en donde puedes comprar todo tipo de mariscos, quesos, verduras, jamones y chingadera y media. 

Llegué al depa y me tiré en la cama un rato pensando en la inmortalidad de Godzilla, y el motivo por el cual no lo asesina esa maldita araña gigante. Busqué lugares para degustar jamón y curiosamente me salió el lugar por que había pasado. Así que me puse mis tennis de gel y me dirigí al jamón, caminando sobre moluscos Seally.

Neta, si no han probado el jamón serrano de bellota, no saben de lo que se pierden. Si existe un dios, debe de compensar a las almas puras con jamón ibérico. Así que pórtense bien y oren todas las noches, y no deseen a la mujer del otro. 

Han de pensar que si te portas mal, en el infierno no ha jamón, pero yo creo que se lo roban del cielo y lo venden en el mercado negro a precios de caviar de beluga. No crean que estoy inventando esto, no soy tan creativo. Cuando fui a Sarajevo, me aventé varios libros antes de la visita. Quería saber sobre el conflicto, específicamente el motivo por el cual sitiaron la ciudad los servios. Fue curioso porque pudieron haber tomado la ciudad en el momento que ellos decidieran. Pero se la pasaron disparando a cualquier objeto que se moviera en la ciudad. Tenían un cerro desde donde disparaban idiscriminadamente. La idea era quebrantar el alma de la población. Bloquearon los accesos a la ciudad, el suministro de gas, etc. La gente taló los árboles para usarlos de leña y cocinar en los sótanos de las casas. Huno gente que terminó cocinando con objetos de plástico como combustible, fue terrible. La cosa es que las naciones unidas se tardaron mucho tiempo en aceptar que existía un problema, y cuando empezaron a enviar ayuda, la mayoría terminaba en el mercsdo negro, vendido a precios estratosféricos. Así de hijos de puta podemos ser los seres humanos.

En uno de lis libros, menciona la escritora que la rola de Dire Straits “Brothers in Arms”, fue tomada como un himno por la gente de Sarajevo. Hasta el dïa de hoy, me parte el alma cada vez que la escucho. 

Creo que fueron cuarenta y cinco minutos de caminata. Pensé que no llegaría, pero no importaba, caminaba sobre moluscos. Los jamones y pinchos estuvieron de poca madre, y la espuma, ni se diga. Pagué y me regresé al depa a descansar de nuevo.

Decidí salir a caminar un poco, de nuevo.. ahora me encuentro tomándome una cañas en un bar em donde presencié como un borracho y su amigo se transformaron y terminaron tirándole bronca al cantinero. Se fueron y regresaron tres veces, la última con unas hojas en las que levantaron un tipo de queja en la alcaldía. Se me hizo ridículo, pues amobs andaban hasta el tronco, y el pobre cantinero no encontraba donde esconderse para evitarlosZ. Hubo un par de momentos en ls que casí me levanto para decirle al borracho - Mira pendejo...

Pero no tengo ganas de pasar la noche en el calabozo, porque el vivo al gozo, y el borracho al calabozo.







Día 5 - Vigo-Bilbao

Once horas montado en un tren, no es fácil, especialmente si traes un domor estomacal que parece un gato arañando las entrañas. Parece que era el tren del fun del mundo.. No por el destino, sino porque algo se le averió en cada estació, que fueron un chingo. Cuando no era el escusado, era una ouerta o algo en la máquina. En una de las estaciones decidieron separar unos de los vagones, el de la cafetería. Bonita chingadera, precisamente cuando iba a ir por algo para comer, no había peobado bocado en todo el día. Conforme el tren se acercaba a Bilbao se subía más gente. Supongo que la gente por lo general no hace viajes de once horas en un tren, además, parecían locales. 

En la estación tomé un taxi, le mostré la dirección en el teléfono y arrancamos. Después de un rato y la típica sesión de preguntas y respuestas ¿cómo ha estado el clima? ¿De dónde nos visitas? ¿Qué tal el barrio este? Llegamos a mi destino. Aleran apróximadamente las 9:30pm. Me bajé del taxi y le di cuenta que algo no cuadraba. Busqué la dirección en ggogle y me contestó con una euta a un punto 4 kms de donde estaba. Para acabarla de joder, todo era subida. Busqué un twxi y me di cuenta que estaba solo en una calle que parecía calejón de película del Santo. No que me diera miedo, por lo general no me da miedo meterme en calle sólas, he andado en unas cuantas y no ha sucedido nada. Recuerdo una vez que atravecé el barrio de La Boca, en BAires, sin saber que era casi un suicidio hacerlo. Siempre he pensado que si te ven medio timorato, te joden, así que hay que hacerse el macho alfa lomo plateado, aunque te caigan encima puñal en mano.

Después de caminar pinche mil cuadras,ncuesta arriba, decidí preguntarle a un hombre, pues el GPS se había vuelto lcco, como mujer en zapatería con presupuesto ilimitado. El GPS corría de Chanel a Louis Vuitton para luego irse a las bolsas de Nancy Gonzalez. Resulta que el taxi me había dejado a una cuadra del depa, y to me friquie porque una de las calles no era la correcta. Pero que iba yo a saber, es mi primera vez en Bilbao.

Después de media hora, subiendo y bajando calles, con dos mochilas y una maleta que parece ataud, llegué a mi destino, un depa muy lindo, con pisos de madera y vistas espectaculares de la ciudad. Mi anfitrión se pasó media hora explicándome todo acerca del depa y la ciudad. En cuanto se fue, lavé minropa mugrosa, con olor a grasa rancia, y esperé lonque pareció un siglo. 

De nuevo, cuatro horas de sueño, este insomnio me está matando.


Friday, September 21, 2018

Día 4 - Vigo

Salí temprano a buscar un desodorante y a tomar un café. Lo del desodorante tuvo que esperar pues no había una tienda abierta, al parecer abren a las 9. La noche anterior entré a una farmacia a buscar el desodorante y sólo tenían uno que era orgánico, artesanal, de pastoreo libre, gluten free, sugar free, ecológico y fair trade. Lo que no era, es free, ni una muestrita para probar. Costaba una lana. Decidí esperar un día, tampoco es que huela yo a cruda de albañil de lunes por la mañana.
Ya desayunado... bueno, tampoco es un desayuno en forma, como estamos acostumbrados en México. Acá es café, un pan tostado con mantequilla y mermelada y jugo de naranja. Hipercalórico e hiperpoquito. La noche anterior había descubierto un atajo, que parecía un callejón sin salida, con unos graffitis muy interesantes, pero era muy noche y había poca luz. Decidí investigarlo y eso me fue llevando a otras calles, todo de subida. Vigo es parecido a Oporto(Portugal), lomas que descienden para sumergirse en el mar. Caminé hasta que me encontré en una zona residencial que no era lo que andaba buscando. Así que tomé la primer calle que descendiera. Esta me llevó a lo que parecía ser un parque. Tome unos escalones que subían a un bosque con brechas por donde gente hacía ejercicio o llevaba a sus perros a cagar. Los escalones parecían no tener fin, hasta que encontré una calle por la que subían carros y buses. Resulta que era un castillo que sirvió de fortaleza. Cuando llegué a la cima estaba bañado en sudor, la chamarra goteaba, la camisa, ni se diga. En la cima había un jardín con una fuente en donde la gente llenaba sus pomos con agua. Mientras yo con la lengua de fuera y todos los viejitos, creo que la edad promedio era 75 años, frescos como lechuga, pues habían llegado en buses turísticos. Estuve un rato viendo la ciudad desde ese punto y regresé por donde llegué. Dec idí regresar al hotel a bañarme y descansar un rato. En el trayecto pasé frente a un restaurante de “comida bastarda”, se me hizo interesante y decidí regresar cuando abrieran. Después de descansar, fui a la estación de tren a comprar un billete para Bilbao. Más subidas, bajadas y calles serpenteantes. He visto a mucha gente paseando con sus perros. Se me hizo curioso que la mayoría son batos.



Me traje todo el equipo para tomar fotos de larga exposición y, hasta hoy, no he encontrado nada interesante. Solía cargar una pila de lentes, pero con el tiempo he aprendido que no se necesita cargar con la fábrica de lentes. Esta vez me traje tres lentes y una cámara. Conozco a fotógrafos que cargan hasta con la suegra, para que ayude a cargar el equipo. Lo que hace bulto es el trípode y el cabezal, lo cual me obliga a viajar con una maleta que parece ataúd. Ya tengo unos años con ella y ahí sigue, aguantando los golpes de su vida útil. 
Tengo varias cámaras pero uso dos, mayormente. Una Sony A7r III, y una Fuji XH-1. La Fuji la cargo para viajes en donde hago foto de calle, exclusivamente. Es mucho más ligera que la Sony y los lentes muy compactos y livianos. Nunca viajo con ambas. Antes viajaba con dos cámara, por si se descomponía una, lo hice en el Sahara, La Antártida, Patagonia y algunos otros lugares. Hasta la fecha no he tenido problemas, así que dejé de cargar dos cámaras, demasiada chinga, la pobre columna no aguanta tanto.
Me propuse tomar las fotos con un lente de 50mm, lo tomé como un reto. Por lo general uso uno de 35mm. Usar uno de 50mm te hace pensar un poco más las composiciones. A veces no hay espacio para hacerse hacia atrás y hay que componer con lo que alcanza el lente. Todavía me estoy aprendiendo a calcular las distancias para encuadrar. Con el 35 ya sé donde pararme para captar lo que quiero, después de un tiempo, es natural.
Después de la comida, me quedé en el hotel, se me había olvidado reservar el hotel el Bilbao, afortunadamente encontré un airbnb barato y céntrico.
De nuevo no dormí casi nada anoche, pero hoy me desquito con un tafilaso. Creo que se me olvidó platicarles que se rompieron mis espejuelos pimpeados. Se rompió una de las patitas y ahora los traigo de lado. Estaba pensando en romper la otra patita para que sólo quede la montura con los acrílicos, así me los monto en la nariz, que tengo suficiente para montarme unos de Elton John. Afortunadamente tengo otro par idéntico en la oficina, me lo regalaron porque estos se empezaron a descarapelar un par de meses después de comprarlos. Lo que sucedió fue que perdí el estuche y escribí a la empresa que los fabrica. Me dijeron que me podían vender otro estuche, entonces se me ocurrió mencionarles que se estaban pelando los lentes, me pidieron fotos y me enviaron otro par. No los he usado porque me gustaron estos desgastados, con carácter. Regresando cambio a los nuevos lentes. Mientras, aquí ando, batallando.
Me toco frente a una mujer que no he volteado a ver. Se la pasó como tres pinches horas hablando por teléfono a grito abierto, en un idioma que no entiendo ni cojones, parece árabe, y viene con un niño que trae una diarrea mucal cabrona, juraría que le están saliendo gummy bears, derretidos, por la nariz. además de berrear de vez en cuando. Ya tienen rato calladitos, espero hayan muerto.