Sunday, September 23, 2018

Día 7 - Bilbao


Encontrar un café abierto temprano,  en domingo, fue como encontrar un disco duro con tus llaves privadas de bitcoin, en el basurero municipal, dos años y medio después que te deshiciste de él, porque no le veías futuro. La historia es real, un tipo lo hizo, y al momento de leer el artículo, sus bitcoins valían cerca de 85 millones de USD. 
Encontré uno abierto cerca de la catedral y las pocas mesas que había, estaban todas ocupadas. No podía se de otra manera, siendo el único café abierto a esa hora. Entonces escuché las campanas de la iglesia y se me ocurrió una idea. Sería un buen negocio abrir cafés en los atrios de todas la iglesias. Si en domingo no hay nada abierto, la gente asistiría a misa con tal de tomar café. Es una buena estrategia para la iglesia católica, que ultimamente  ha perdido muchos adeptos, especialmente por los casos de pederastia. Y como consecuencia, ha perdido millones por las demandas. Este problema de la pederastia no es exclusivo de los sa-cerdotes católicos, hace un par de semanas se supo que con los monjes tibetanos también existe el problema. No me asombra que sucedan estos hechos, pues pederastas siempre han existido. Hace tiempo leí que en los tiempos de los romanos, era normal que los maestros tuvieran relaciones homosexuales con su alumno. Pero en ese tiempo no se veía mal, creo que no había tantas regulaciones morales. Pero en el caso de las religiones, es inconcebible que la misma gente que predica el bien y el amor, dañen a niños inocentes, y encima de eso mientan para encubrirse entre ellos.  Pareciera que la mentira es requisito de todas la religiones. Desde el momento en que te dicen que existe un dios, ya se jodió la cosa. Es imposible creer que exista un dios, ante el desmadre en el que se ha convertido este planeta. Hombres llenos de envidia que compiten para ver quien la tiene más larga, llevándose en el camino a millones de jóvenes soldados que mueren sin tener la menor puta idea a quien matan.  Lo más curioso de esta “diosificasión”, es que ha habido miles de dioses y religiones, y de todos no se hace uno. Aunque con ese pretexto, los españoles acabaron con los dioses prehispánicos. Si los dioses fueran tan chingones, no hubiese necesidad de su existencia. Ponte a pensar, llega dios, da órdenes y se va. No hay necesidad de que las religiones toquen la puerta de la casa todos los pinches domingos para pedirte un poco de tu tiempo. Un dios chingón deja bondad en la consciencia del hombre, sin necesidad de resucitar al tercer día para irse al cielo. Que idea más pendeja, resucitar para volver a morir. No mamen ¿no pudieron haber inventado un cuento mejor?
Todas la religiones están plagadas de cuentos fantásticos, el mismo hecho de inventar un dios, lo dice todo. Hace años leí que Joe Smith el fundador de los mormones, cuando quiso publicar su libro del mormón, le pidió dinero prestado a un banquero. La esposa del banquero, al sospechar que la inspiración del libro era mentira, despapareció algunos capítulos de este y le dijo al esposo que si era cierto el cuento de las famosas tabletas, pues que Smith no tenía mas que traducirlas de nuevo y ya. Smith, en respuesta, dijo que no importaba que no fuera exacta la nueva redacción, que lo que importaba era el mensaje. ¿Qué tal? El ser humanao mintiendo para salir adelante., nada nuevo. 
Bueno, regresando a mi historia, si las cafetería funcionan, se podría extender el servicio a bares y discotecas por la noche. Serían todo un éxito. El eco de las iglesias es genial para la música de discoteca o Dj’s. Ese pulso repetitivo, tan primal que pone a la gente en trance, rebotaría por toda la iglesia como música de la escena mas intensa en una película de terror. Como cuando la cámara se acerca en stop motion a los ojos de Blue Demon. Para hacer la cosa más interesante, se pueden rehabilitar algunas mazmorras con monjas en liguero y látigos, y uno que otro instrumento de tortura fake. Después de todo, la iglesia es dueña de varias patentes de esos dispositivos. He visto el diseño de unos cuantos de esos aparatos y no me queda mas que pensar que debes de tener la mente totalmente retorcida para idear algo así. Estoy seguro que la iglesia se pondría de moda de nuevo. También se podría cobrar el redondeo para ayudar a víctimas de la misma iglesia, y pagar abogados para meter al bote a todos esos curas hijos de puta.
Esto de las mazmorras es una buena idea, hay una pila de gente a la que le encanta la onda esa del S&M (spaniards and mexicans). Claro, la mayoría en el closet, porque pues la iglesia tiene la exclusividad. No hay que olvidar la inquisición, que fue cuando la iglesia inventó el sadomasoquismo. Y ya que ando en este tema, les recomiendo un libro de Enrique Serna titulado “Ángeles del Abismo”. Es una novela que cuenta de la relación amorosa entre un indígena y una española, creo que ambos menores de edad. El indígena era el pilguanejo de un sa-cerdote al que le encantaba meterse enemas para estimularse sexualmente. Cuando las enemas normales ya no le causaban placer, empezó con enemas con chile piquín. Bueno, la cosa es que la novela cuenta detalles de como se deshicieron del politeísmo para implantar, a punta de garrote, el catolicismo. Serna investiga mucho antes de escribir un libro, es muy pulcro, y todos los detalles están basados en sus investigaciones. 
Ya me perdí de lo que estaba platicando....
Ah, ya, lo del café jajajaja. Bueno, pues me dirigí al Guggenheim, que es un museo de arte contemporáneo, principalmente. En el camino vi a varios indigentes con el rostro color carmín, se me ocurrió que tal vez usan lápiz labial como protector solar, pero no. La realidad es que el alcohol tiene ese efecto en los alcohólicos consuetudinarios, por eso no me verme con cara de niño de dos años que se robó el lápiz labial de la mamá, yo tomo cada tercer día.
El edificio es impresionante, está construido de placas de titanio, madera y mármol, por lo menos eso me pareció. Es de tres pisos y no está tan grande como se ven en las fotos, pero me gustaría para que fuera mi casa, definitivamente está mas grande que mi casa, es más, es más grande que cuarenta casas como la mía... no, cuarenta privadas como en la que vivo.
El arte conceptual y yo, no nos llevamos muy bien que digamos, hay cada “performa”  o “instalación” que me hace preguntar cuál es el objetivo. A mi el arte me tiene que hacer sentir algo, aunque sea repulsión.
Una de las salas era de artistas contemporáneos chinos, en donde proyectaban, en una tele, un video de personas desnudas apilándose unas encima de las otras. Una a una, se iban montando horizontalmente. Creo que el performance se llamaba algo así como “haciendo crecer la montaña un metro”. Que título más pendejo. ¿Crecer un metro? Yo creo que estos cabrones no han visto la pirámide del sol. Me hubiera encantado que cayera del cielo, aplastando al museo, y que la performa se llamara “aquí tienen 75 metros, no mamen pinches chinos”.
El Guggenheim es muy fotogénico, por lo menos eso me pareció, hay muchas curvas y lineas, sombras y luz, es interesante, fue bien pensado.
Uno de los artistas que me gustó mucho, bueno su obra, fue Anselm Kiefer, no conocía su obra, que es monumental, aunque recuerdo haber visto algo parecido en el Pompidou, en París. Su cuadros son gigantescos y mueven el tapete, especialmente uno en donde hay una persona acostada boca arriba con el universo de estrellas encima, es una forma de sentir lo insignificante que somos en este universo. Había un cuadro, de Gerhard Ritcher, que me dejó en estado de shock. Era una pintura que parecía una foto fuera de foco, se llama "Marina". El concepto y su realización son impresionantes.
Luego había, en la sala de los chinos, una jaula con lagartijas, que no recuerdo que estaba intentando decir el artista, pero creo que hay mejores instalaciones, de ese tipo, en cualquier zoológico.
Al final hay una instalación de Richard Serra, ya había visto su trabajo en fotos, pero ver su monumental obra en persona, es meterse literalmente en su obra. Su trabajo son placas gigantescas de metal, dobladas en espiral, en ondas que parecen olas de mar, y otras que parecen recipientes gigantes. Uno puede caminar y penetrar las esculturas y sentir una sensación de angustia, y la a vez de paz, es algo extraño.
Mala onda que no permiten tomar fotos de las exhibiciones, pues estoy trabajando en una serie que se llama "Post Fotografía", que no es otra cosa que pantallas de celulares tomando fotos de obras importantes.






El resto del día fue ir a comer, caminar un poco y regreso al hotel a descasar. Hace rato fui a la estación de ferrocarril a comprar mi boleto a Barcelona.
Pues eso, hasta mañana.

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